La cuarentena, el aislamiento obligatorio y la imposibilidad de salir a ganarnos el pan -para todos aquellos y aquellas que vivimos de la economía popular- ha empeorado la situación de las familias de nuestros barrios populares.
Se ha incrementado notablemente la cantidad de personas y familias que se alimentan en nuestros comedores comunitarios y merenderos, y a pesar de que cocinamos cada vez más, la situación se vuelve insostenible. Las necesidades son mayores y sabemos la dificultad que significa, para las familias numerosas, mantenerse encerrados en viviendas pequeñas y precarias.
Creemos que venimos desempeñando tareas fundamentales para acompañar las acertadas medidas tomadas por la nación y la provincia, pero parece que nunca alcanza. Pues no se trata sólo de un plato de comida. No salir a trabajar, depender de otros y otras, afecta nuestra dignidad como seres humanos. Acostumbrados a construir organización popular y a ganarnos el pan con sudor y sacrificio, creándonos nuestros “empleos”, ésta cuarentena nos pone ante un desafío impresionante.
Celebramos la conformación de los comités barriales, que involucra organizaciones políticas, sociales, de la sociedad civil y religiosas, instituciones gubernamentales, deportivas y culturales, entre otras, porque sabemos que colectivamente y en conjunto podemos coordinar las acciones necesarias para salir adelante.
Entendemos que el no comienzo de las clases a partir del lunes 13 es, también, una medida acertada. Evita la acumulación de personas, la utilización masiva del transporte público y, principalmente, cuida a nuestros pibes y pibas.
Convencidos y convencidas de que sólo el pueblo y un Estado presente salvarán al pueblo, es que estamos a disposición de las autoridades, pero, sobre todo, de nuestros compañeros y compañeras para apoyar la situación en nuestros barrios. Es fundamental el cumplimiento de la cuarentena, ya que es la única manera de bajar el número de contagios, evitar el colapso del sistema público de salud (que por suerte no está privatizado) y cuidarnos entre todos y todas.