En un taller técnico del Instituto Tavelli, un grupo de estudiantes construyó un dron submarino de bajo costo con capacidad para inspeccionar cascos de barcos. El proyecto ya captó la atención de la Armada Argentina y el INIDEP, y promete abrir nuevas posibilidades en el campo de la tecnología aplicada al mar.
El dron, apodado “Pablito”, no es un ejercicio teórico ni una maqueta escolar: es un vehículo operativo, diseñado para sumergirse hasta 85 metros de profundidad —con potencial de alcanzar los 300— y equipado con cinco turbinas, una cámara Full HD y un sistema de control por joystick conectado a una base computarizada.
Todo el desarrollo fue realizado por los propios estudiantes, quienes se organizaron en equipos especializados: unos se encargaron del diseño e impresión 3D de la carcasa y las turbinas, otros de la electrónica, y un tercer grupo de la parte electromecánica. La coordinación estuvo a cargo del profesor Emiliano Vena, con el apoyo de docentes de distintas especialidades.
A diferencia de otros proyectos similares orientados al mercado privado, los jóvenes del Tavelli pensaron el dron como una herramienta de apoyo para instituciones públicas. La idea es que pueda utilizarse en tareas de inspección submarina, evitando que buzos humanos deban exponerse a riesgos innecesarios.
El desarrollo fue posible gracias al compromiso del equipo docente y el apoyo externo de instituciones como el astillero CPI del puerto de Mar del Plata. Si bien el presupuesto fue limitado, el ingenio y la colaboración permitieron avanzar hacia un prototipo plenamente funcional.
El proyecto participó y resultó ganador en un concurso organizado por la Unión Industrial de Mar del Plata, donde compitió con otras iniciativas tecnológicas. Además, ya fue presentado a organismos como la Armada Argentina y el INIDEP, que manifestaron un fuerte interés en explorar su posible implementación.
“Pablito” no sólo es un hito tecnológico en la educación secundaria, sino también una prueba concreta del impacto que puede tener la formación técnica cuando se vincula con necesidades reales y se trabaja en equipo.
Con este desarrollo, los estudiantes del Instituto Tavelli no solo crearon un dron submarino: también demostraron que la educación pública y técnica puede liderar soluciones innovadoras, sustentables y de alto impacto.
Fuente Ahora Mar del Plata