Mirador Virtual Mobile

2 de Abril: Lo que nos une a Malvinas

El 2 de Abril se conmemora en Argentina el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas y desde el CONICET Mar del Plata entrevistamos a Julieta Ressia, becaria del organismo, socióloga, especialista en el tema y además hija de Miguel Ressia, Ex soldado Combatiente de la Guerra de Malvinas.

Entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 el gobierno argentino, conducido por el presidente de facto Leopoldo Galtieri, llevó adelante el conflicto armado que recordamos como la Guerra de Malvinas. Allí murieron 649 soldados argentinos, 255 británicos y tres civiles que vivían en las Islas. La derrota argentina en aquel intento por recuperar la soberanía arrebatada en 1833 por el Reino Unido dio fin al golpe de estado local. En el 2000 se estableció el 2 de Abril de cada año como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas. Hoy 40 años después repasamos ese hecho desde la ciencia junto a Julieta Ressia quien, desde la ciencia y desde su historia personal, tiene mucho para compartir.

Julieta está rodeada de papeles, recortes de revistas, un álbum de fotos acomodadas cronológicamente que armó su abuelo y escritos de Miguel en carpetas que protegen una letra de máquina de escribir, prolija y sin correcciones. El objeto, cuidadosamente descolgado de la pared es una etiqueta de encomienda, aquella que su abuela le envió a su papá cuando aún estaba en batalla. “Fue casi al final de la guerra, así que la encomienda volvió, y mi abuela recortó la etiqueta con los datos y la encuadró”, cuenta y lee: “José Miguel Ressia, Batería B, 2da Sección, GADA 601 Mar del Plata, Radio Postal 9409. Islas Malvinas”.

Julieta Ressia es becaria doctoral del CONICET Mar del Plata, Licenciada en Sociología por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y Magister en Derechos Humanos y Democratización por la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM). Actualmente lleva a cabo su doctorado y en él aborda las luchas políticas, jurídicas y sociales en torno a las denuncias de torturas en la guerra de Malvinas, enfocando su análisis en las disputas discursivas y memoriales de los combatientes del Centro de Ex – soldados de Mar del Plata entre 1982 y 2007, del que su padre Miguel Ressia es integrante desde sus inicios.

En su proyecto de investigación la acompañan el investigador adjunto Enrique Andriotti Romanin como director de beca, como codirector el investigador independiente Federico Lorenz, uno de los mayores referentes en la temática Malvinas de nuestro país, y la investigadora asistente Ivonne Barragán Sáez quien dirige el proyecto doctoral en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). La línea de investigación surgió a partir de la inquietud de Julieta por trabajar con organizaciones de Ex – Combatientes, su experiencia de organización en la posguerra, pensando el conflicto de Malvinas dentro del marco de la última dictadura militar.

Hoy la socióloga amplía su perspectiva para contemplar dimensiones generacionales, de género y de clase. “Es indispensable analizar los testimonios con una mirada interseccional, pensando en la construcción de masculinidades. Porque denunciar un hecho de tortura indica una ruptura con ciertos lazos, con compañeros, con superiores, e incluso con las familias, que a través de las denuncias se enteran de detalles que desconocían y que no siempre se espera sea lo que un soldado deba atravesar”, resalta Ressia.

Investigar Malvinas

El interés por este tema excede su condición de familiar de Ex – Combatiente. Julieta tuvo que realizar un ejercicio de extrañamiento, de alejarse del tema como hija para poder estudiarlo como socióloga. Algo que sin dudas logró, debida cuenta del recorrido que ha realizado en este sentido, un camino que la especialista inició en su tesina de licenciatura. En esa instancia, analizó las disputas de sentido y representaciones sobre la categoría de Ex Soldados Combatientes, particularmente en Mar del Plata. “¿Qué se entendía por Ex – Soldado Combatiente en la posguerra? ¿Cómo fueron sus experiencias de organización? Porque la categoría de Ex Soldados Combatientes escapaba a las categorías de clasificación que existían entonces en la sociedad argentina. No eran civiles, no eran militares ¿Dónde se ubicaban? ¿Cómo construyeron su identidad como sujetos políticos?”, cuestiona Ressia.

Como sucede en muchos trabajos de investigación surgen nuevos interrogantes, y el estudio de Ressia no fue la excepción: ¿Qué disputas se generaron entre actores políticos, como los gobiernos, en las distintas escalas? ¿Qué políticas reparatorias existieron? Y principalmente ¿Cómo fue la experiencia de organización de los Ex Combatientes como sujetos políticos? Aún quedaba mucho camino por recorrer y muchas preguntas por responder y la joven socióloga tenía la formación y el entusiasmo que se necesitaba para buscar esas respuestas.

Pero hubo un dato en la elaboración de su tesina que sería decisivo para su próximo paso y formaría parte de su tesis de Maestría. En una de las entrevistas de aquel proyecto un ex soldado le contó que fue testigo de una situación de tortura de un compañero durante la guerra. Este hecho había sido denunciado en el 2007 y fue la primera de estas características realizada por un marplatense. La denuncia, que se realizó en la Secretaría de Derechos Humanos de Buenos Aires, generó un efecto dominó que ampliaba al reparto de actores involucrados. Se sumaron actores judiciales, otros centros de combatientes que ampliaban las denuncias con diversas torturas ocurridas en el teatro de operaciones y también familiares que, en muchos casos, conocían ahora lo que sus allegados sufrieron en las frías Islas del sur.

“Como todas las situaciones que analizamos no se puede generalizar, hoy existen 120 hechos de tortura denunciados durante el conflicto bélico pero también hay oficiales y suboficiales que tuvieron el trato que correspondía con los soldados. No todo era lo mismo,” aclara Julieta con énfasis. Y añade: “El momento de la denuncia estuvo muy relacionado al contexto político pero también al momento vital que cada uno de los protagonistas atravesaba. No era lo mismo denunciar la tortura en los años 80 y 90 que presentarlas en el 2007, cuando las condiciones de escucha y receptividad eran otras”.

Proyecto con Ex combatientes

La becaria es, además de sus tareas docentes, parte del proyecto: “Memoria, reconocimiento y políticas de reparación del pasado reciente. Aproximaciones transdisciplinarias a la experiencia de los ex combatientes de la guerra de Malvinas de la ciudad de Mar del Plata” que es un punto de encuentro con su padre, Miguel Ressia desde otra perspectiva, que excede el vínculo familiar. Con esta iniciativa buscan reconstruir las experiencias los ex soldados combatientes de Mar del Plata, preservar sus testimonios en un archivo digital de acceso público y analizarlos desde una perspectiva transdisciplinar; al mismo tiempo que buscan generar materiales y actividades que propicien una reflexión colectiva acerca de las consecuencias políticas y sociales, individuales y colectivas, tras la participación en dicha guerra.

“Es una de las formas de dar respuesta al Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas Mar del Plata que buscan, desde hace años, preservar los testimonios de quienes estuvieron en Malvinas”, añade Julieta. El proyecto puede conocerse hoy a partir de cortos, de 82 segundos que fueron posibles gracias al equipo técnico del Canal de la UNMDP.

La especialista cuenta que uno de los últimos testimonios que grabaron para el proyecto hoy no está presente, y este hecho le recuerda el sentido de tal proyecto. “Hoy su testimonio es eterno, para sus hijos, para sus compañeros, para las escuelas y para toda aquella persona que quiera oírlo”, recuerda Ressia.

La especialista habla, y cita a Federico Lorenz en este punto, de la experiencia ampliada de Malvinas. De pensar en círculos concéntricos en torno a lo cada persona experimentó de la guerra, que será diferente y rescata la importancia de esa multiplicidad de voces que hay que rescatar. No sólo quienes estuvieron en las Islas pueden dar testimonio de lo que sucedió: enfermeras, familiares, familiares de soldados que ya no están, son parte de esa historia y para poder incorporar sus miradas es necesaria la escucha activa y atenta. Mientras explica esto vuelve a la pila de material y recupera una hoja, escrita en computadora en 1996, en la que Miguel les agradece a “A los nuestros”. Se trata de un breve y tierno relato donde agradece el amor y el acompañamiento de las familias y amigos de quienes combatieron, quienes no sabían cuándo volverían a verlos y estaban en aquel lugar sin estarlo. Un relato que plantea la experiencia ampliada sin matices, sin dobleces y cargado de emoción.

Julieta reconoce que hablar de Malvinas genera controversias, revive sentimientos muy arraigados en nuestra sociedad, pero insiste en que se necesita recuperar esa historia, conmover a quienes aún no se han acercado al tema y sobre todo no quedarse en el hecho como una efeméride más cada 2 de abril. Porque la reparación histórica no alcanza con las leyes, que las hay, ni con el reclamo soberano que es necesario continuar, porque socialmente sigue existiendo una deuda pendiente, siguen existiendo voces silenciadas. “Malvinas es una herida abierta, porque hay silencios que todavía están muy presentes” añade Ressia.

“No existe una historia oficial de Malvinas y a mí me gustaría poder leerla” dice Julieta mientras revisa los papeles de su mesa. De toda la pila elige una carpeta prolija, con hojas avejentadas escrita a máquina: “es el documento original que mi papá le escribió detallado al padre de un compañero que no volvió, él quería saber cómo habían sido los días de su hijo, de un joven de 18 años en la guerra y mi papá lo describió para él”. Repasa los textos y cita un pasaje que al oírlo hacen sentir el frío de aquellas islas y permite entrever los lazos humanos que se mantienen vivos hasta hoy.

“Cuando comencé a investigar el tema Malvinas pensaba que habíamos llegado tarde, hoy pienso que llegamos”, exclama la socióloga. En el 2019 presentaron el Proyecto de Investigación integrado con actividades de Extensión que incorporó a especialistas de Psicología, Derecho y Humanidades y hoy se ven los primeros resultados en esos testimonios registrados y en los cortos que ya circulan por las redes que recuperan relatos y pueden ser utilizadas por quien lo desee. Así, la guerra dejó de ser un tema exclusivo dequienes habían vivido la guerra en primera persona y hoy pasó a ser un tema de suma importancia dentro de las universidades y del CONICET, que considera necesario investigar en este tema, y eso constituye un cambio muy importante y necesario.

Malvinas y Mar del Plata

Mar del Plata tuvo un vínculo muy fuerte con lo que sucedió en Malvinas. Por empezar: aquí están presentes las tres fuerzas vivas. “Me resulta fascinante analizar y desentrañar las disputas que surgen en cuanto al tema y la construcción de la memoria colectiva y en particular la memoria local”, añade la becaria.

Julieta recuerda con mucha emoción lo que ella misma vivenció en el desfile del 2019, donde la gente se acercaba a agradecerles a aquellos “chicos”, hoy hombres, cómo abundaban los abrazos y las palmadas cariñosas, con los ojos inundados de cariño y gratitud. Hoy la ciudad tiene cada vez más presente el tema, un ejemplo es el Proyecto “Banderas de Malvinas frente a nuestro mar -40 años” que realizó el Centro de Ex Combatientes junto al Faro de la Memoria el Colectivo del Faro de la Memoria en conjunto con el CESC y organizaciones de guardavidas (Unión de Guardavidas Agremiados – U.G.A – y el Sindicato de Guardavidas y Afines de la ciudad visibilizando con banderas en las casetas playeras los 40 años de la Guerra.

Pero además hay muestras, charlas y espacios de intercambio que muchas veces están motorizados tanto desde el Centro de Ex Combatientes, la Fundación No Me Olvides y otras organizaciones afines. “La sociedad marplatense se involucra y vive Malvinas como propio, pero nos falta pensarlo desde la soberanía y bajo el lema de memoria, verdad y justicia. Incorporado a las bandera de los derechos humanos, más allá de los 40 años y de esta fecha en particular”, concluye Julieta.

Comentarios

comentarios