En los últimos días, algunos medios informaron sobre la aparición de casos de hidatidosis, una enfermedad zoonótica que puede transmitirse de los perros a las personas. Aunque poco frecuente, esta enfermedad puede generar complicaciones de salud si no se toman medidas preventivas.
Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA) destacamos
que la prevención es simple y eficaz, y permite mantener un vínculo seguro y saludable con
los animales de compañía.
¿Qué es la hidatidosis?
La hidatidosis —también conocida como equinococosis quística— es causada por un parásito llamado Echinococcus granulosus.
Los perros se infectan al ingerir vísceras o restos de animales que contienen quistes hidatídicos y, posteriormente, eliminan los huevos del parásito a través de sus heces. Las personas pueden contagiarse al entrar en contacto con superficies, alimentos o manos contaminadas, generalmente por falta de higiene.
Señales y diagnóstico
En los perros, la infección suele pasar desapercibida. En las personas, la enfermedad es silenciosa y puede tardar años en manifestarse, afectando principalmente el hígado y los pulmones. Por eso, la prevención es clave: es mucho más seguro evitar la infección que tratarla.
Cómo prevenir la hidatidosis
Algunas medidas sencillas reducen el riesgo de transmisión:
● Desparasitar periódicamente a los perros siguiendo las indicaciones de un veterinario o veterinaria.
● Evitar que los perros ingieran vísceras o restos de animales.
● Lavarse siempre las manos después de manipular a los animales o limpiar sus lugares de estancia.
● Mantener limpios los patios, bebederos y áreas donde habitan los animales.
● Adquirir carnes y vísceras en lugares habilitados, con control sanitario.
Los profesionales veterinarios son esenciales para la prevención y el control de esta
enfermedad. Sus controles periódicos garantizan la salud de los animales y reducen
significativamente los riesgos de transmisión a las personas.
Desde el CVPBA, reforzamos que la tenencia responsable, la desparasitación periódica y los controles veterinarios regulares son las herramientas más efectivas para convivir de manera segura con los animales de compañía.