La monja católica que dedicó su vida al servicio de pobres y enfermos y recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 falleció el 5 de septiembre de 1997. Las lista que dio a las integrantes de su congregación para aprender a ser humildes
El 5 de septiembre de 1997, en la ciudad de Calcuta, Agnes Gonxha Bojaxhiu fallecía a causa de diversas afecciones cardíacas a sus 87 años. Reconocida mundialmente como la Madre Teresa de Calcuta, la monja católica que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en esa ciudad en 1950, terminó así de convertirse en un ícono que entregó su vida al servicio de los pobres y enfermos.
Teresa, galardonada en 1979 con el premio Nobel de la Paz, fue beatificada en 2003 por el papa Juan Pablo II y luego canonizada por el papa Francisco en 2016. «Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada», dijo el Santo Padre en esa oportunidad en la Plaza de San Pedro .
Y continúo: «Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayuda a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión».
La Madre Teresa llamó a la humildad, en el marco de su tarea caritativa, como «la madre de todas las virtudes». «Si eres humilde, nada te tocará, ni elogios ni vergüenzas, porque sabes lo que eres. Si te culpan, no te desanimarás. Si te llaman santo no te pondrás en un pedestal», dijo y elaboró así una lista de formas de cultivar la humildad, destinada a sus compañeras de congregación.
De esta manera, la Madre Teresa elaboró una lista con formas de cultivar la humildad para las Misioneras de la Caridad, la congregación que fundó:
- Habla lo menos posible sobre ti.
- Mantente ocupado en tus propios asuntos y no con los de los demás.
- Evita la curiosidad (querer saber cosas que no deberían preocuparte).
- No interferir en los asuntos de los demás.
- Acepta pequeñas irritaciones con buen humor.
- No te detengas en las faltas de los demás.
- Acepta censuras incluso si no son merecidas.
- Ceder a la voluntad de los demás.
- Acepta insultos y heridas.
- Acepta el desprecio, ser olvidado y desatendido.
- Se cortés y delicado incluso cuando seas provocado por alguien.
- No busques ser admirado y amado.
- No te protejas detrás de tu propia dignidad.
- Cede en discusiones, incluso cuando tengas razón.
- Elige siempre la tarea más difícil.
Su vida
Nacida el 26 de agosto de 1910 en la ciudad Skopje, actual capital de Macedonia que en ese entonces formaba parte de Albania, la madre Teresa había sido bautizada con el nombre de Agnes, que en español es Inés, y Gonxha, que significa «capullo de rosa o pequeña flor». A los 5 años ya había tomado la comunión. Tras la muerte de su padre a sus 8, su madre le brindó una fuerte formación católica en su casa que continuó en la parroquia jesuita del Sagrado Corazón de Jesús.
A los 18 años de fue de su hogar a Irlanda e ingresó en la congregación conocida como Hermanas de Loreto, donde adoptó su nuevo nombre en honor de Santa Teresa de Lisieux, Patrona de las Misiones y Doctora de la Iglesia. En septiembre de 46 en un viaje a su retiro anual, sintió que Dios le había hablado en una visión, dejó el convento y cuatro años más tarde estableció su congregación en Calcuta y luego otras asociaciones relacionadas con las misioneras.
Fuente: infobae.com