La «contingencia epidemiológica» se declaró hace más de un mes y tuvo como saldo fatal la muerte de seis pobladores de Epuyén de distintas edades. Evalúan una posible mutación del virus.
El ministerio de salud del Chubut informó que ya son 23 los casos confirmados de hantavirus -dos en terapia intensiva- desde que se declaró la «contingencia epidemiológica» el 3 de diciembre pasado, con 8 casos descartados y un sospechoso del que se esperan los resultados del instituto Malbrán. En cuanto a casos fatales, se confirmaron 6 víctimas en total, todos de la comunidad de Epuyén de aproximadamente 2000 habitantes.
El intendente de Epuyén, Antonio Reato, comentó días atrás a la prensa local que todos ellos tuvieron en común que asistieron a un cumpleaños que se realizó en un salón de eventos. Estas instalaciones habrían sido el ámbito del contagio, ya que los pacientes no son familiares, según consignó el diario El Chubut.
El cumpleaños que se menciona ocurrió el 24 de noviembre durante el festejo del cumpleaños de una joven. Según las crónicas de la zona, al evento concurrió un peón que contrajo la enfermedad tras haber limpiado un galpón. Se cree que un roedor colilargo provocó la primera infección. El trabajador le contagió el virus a su esposa y también a la chica del festejo. Tanto él como su esposa se recuperaron. La chica de 14 años murió y se convirtió en la primera víctima. Y esto fue el disparador de una multiplicidad de casos.
¿Mutación del virus?
El jefe comunal Reato calificó de “extraño” al fenómeno porque «todos los años hay uno o dos afectados por hantavirus que se recuperan por sus propios medios, pero no hay muchos antecedentes que involucren a tanto casos como ocurrió ahora».
A su turno, el director del hospital zonal, Leonardo Gil, señaló: «Lo llamativo es la virulencia o la fuerza del virus para transmitirse de persona a persona. Acá hay algo diferente: un caso índice y luego el contagio de persona a persona», señaló Gil. Los médicos sospechan que «puede haber una mutación», pero subrayaron que se necesita un complejo proceso de análisis antes de comprobarlo. «Estamos hablando a nivel molecular y eso lleva su tiempo», agregó el médico del centro hospitalario Fernando Tortosa.
Qué es el hantavirus
El Hantavirus es una enfermedad que se transmite por vía inhalatoria, respirando el aire contaminado con secreciones de roedores (orina, saliva, excretas), por el contacto directo con roedores o sus secreciones, o por ingesta de alimentos o agua contaminada. Se ha detectado también la forma de transmisión interhumana a través de un genotipo especial del virus llamado Andes, aunque esta se da con menor frecuencia.
En la Argentina, los transmisores del virus son los roedores silvestres de la familia Muridae que presentan una infección crónica oculta sin síntomas, mientras eliminan al virus a través de la orina, saliva o excretas.
Hay dos variantes conocidas: la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (FHSR, HFRS por sus siglas en inglés) se presenta en varios países del sudeste asiático y Europa, mientras que el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH) es la forma clínica característica del continente americano.
Cuáles son los síntomas y el tratamiento
Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como «síndrome cardiopulmonar por hantavirus», que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no ser tratado a tiempo.
No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.
Cómo prevenirlo
– Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones
– Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas
– Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías, mantener la higiene con agua y lavandina, colocar huertas y leña a más de 30 mts de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 mts alrededor del domicilio.
– Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones). Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar.
– Realizar la limpieza (pisos, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada diez de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). – Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
– Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
– Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.
– Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.
– Usar calzado cerrado y pantalones largos.
– Se recomienda no molestar y preservar a los depredadores de roedores (lechuzas, chimangos, lechuzones).
Ante la sospecha de síntomas relacionados y el antecedente de realización de actividades con sospecha de exposición a la orina, saliva y/o excretas de roedores en las últimas 6 semanas, se deberá concurrir inmediatamente a un centro de salud el cual se encargará del manejo del enfermo y de la notificación obligatoria a las autoridades del área Epidemiológica del Ministerio de Salud.
La «contingencia epidemiológica» se declaró hace más de un mes y tuvo como saldo fatal la muerte de seis pobladores de Epuyén de distintas edades que estuvieron en contacto con afectados.
Fuente: https://tn.com.ar