Los gremios del rubro aseguran que el aislamiento obligatorio generó una caída notable en ingresos. Solicitaron ayudas para el sector. Cuánto influyó la poca actividad en aeropuertos y Tribunales.
Los taxistas elevaron al Gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires un pedido de medidas económicas urgentes para el sector debido a la caída considerable en ingresos que afrontan desde que se decretó el aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia del coronavirus, lo que generó que la actividad se encuentre actualmente «paralizada en más de un 90%» en todo el país, aseguran.
Como consecuencia de la escalada de casos positivos del nuevo virus COVID-19, el presidente Alberto Fernández estableció, entre otros puntos del Decreto de Necesidad y Urgencia firmado el jueves 12 de marzo, la suspensión por 30 días de vuelos internacionales provenientes de las zonas afectadas.
De acuerdo a Omar Viviani, secretario General del Sindicato de Peones de Taxis, ésta disposición comenzó a provocar una merma en una actividad que «ya viene golpeada por la competencia con Uber y Cabify» en, al menos, la Ciudad, uno de los puntos más fuertes para este medio de transporte.
Pero una semana después el Gobierno anunció la cuarentena obligatoria y con esta medida la actividad comercial e institucional comenzó a rediagramarse mientras que el rango etario para el contagio divide funciones.
«Hay muchos trabajadores de más de sesenta años que deciden quedarse en sus casas por el miedo al contagio; y hay otro grupo, más chico, de unos poquitos, que sale a trabajar pero para ellos no hay trabajo porque no hay pasajeros en los aeropuertos, no hay turistas, no hay movimiento en Tribunales por la feria por la pandemia…», señáló Viviani.
La entidad envió en las últimas horas a Claudio Moroni, ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, un informe con el estado de «situación crítica» que atraviesa el rubro para obtener una ayuda mensual como parte del Programa de Recuperación Productiva (Repro).
En la misma línea de preocupación y pedidos de ayuda se manifestó José Ibarra, secretario general de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, quien remarcó que la pandemia generó «un lockout» para los trabajadores de una rama del transporte que «no tiene capacidad de ahorro».
Ibarra se mostró de acuerdo con Moroni por el bono de $10 mil que se le entregará a los monotributistas de las categorías A y B, aunque enviaron un pedido a Desarrollo Social, Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y Transporte para que también incluyan a los de la C y D, donde se encuentra el grueso de los taxistas.
Mediante documentación a la que tuvo acceso este medio, la Federación también extendió una serie de pedidos al presidente Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, entre los que se destacan la suspensión por 90 días de cuotas bancarias y del monotributo