Escuchas telefónicas entre dos de los policías imputados deja claro que el dinero robado llegaba hasta el jefe de la unidad
Una serie de escuchas telefónicas en la causa de corrupción policial en la Delegación de Investigación de Drogas Ilícitas dejó al descubierto como un grupo de oficiales robaba dinero de los operativos y luego repartía el botín con el jefe de la delegación.
«Cuando algo sale bien y nos podemos llevar una moneda, nos cagan la vida porque nos ponen gente que no es nuestra». El que se queja es Leonardo Mariño, oficial subayudante que cumplía funciones en la Delegación de Investigación del Tráfico de Drogas Ilícitas de Mar del Plata y ahora es uno de los siete oficiales imputados por integrar una asociación ilícita que se dedicaba a robar dinero y «plantar» drogas en allanamientos y a quitarle bajo coacción parte del cobro de las Horas Cores a otros agentes de la unidad.
En el pedido de elevación a juicio para tres jefes policiales y siete oficiales de la Delegación de Drogas Ilícitas, presentado por el fiscal general adjunto Marcos Pagella, se describe detalladamente cómo los imputados robaban dinero de los operativos y luego lo repartían con los jefes.
El oficial Mariño intercambia mensajes de audio con la sargento Carla Navarro. Se lo nota ofuscado porque no pudieron obtener todo el dinero que querían durante un allanamiento y porque además lo tuvo que repartir con más personas, entre ellas, el comisario mayor y jefe de la unidad, Claudio Pontoriero.
“Así que en definitiva lo que podríamos haber repartido entre cuatro, tuvimos que repartir para el jefe, para el bati (subcomisario Cristian Battistessa), un poco a Durán (oficial subayudante Débora Durán) y nosotros cuatro», le explica Mariño a Navarro
El dinero lo habían robado durante un operativo denominado «Plaza Blanca». En aquella ocasión, la Delegación de Investigación del Tráfico de Drogas Ilícitas desbarató una banda integrada por mujeres trans que vendía cocaína en la Plaza Rocha.
Un grupo fue destinado a la plaza para detener a las sospechosas en medio de una supuesta transacción de droga. Otro grupo operativo allanó un departamento ubicado en San Luis al 2300: allí se almacenaba la droga y el dinero obtenido de la venta ilegal.
Según la información que brindó el jefe de la dependencia policial tras el operativo, se había logrado detener a seis mujeres trans, y se había incautado una gran cantidad de cocaína y una suma de dinero importante. Parte de ese dinero, habría sido robado por el personal policial que actuó en el allanamiento y repartido luego con el jefe Claudio Damián Pontoriero y otros oficiales.
En otro audio que figura en el expediente queda claro que la luz verde para que los policías tomen parte del dinero incautado, la dio el jefe (Pontoriero). «Leo bueno ahí el JEFE dijo que estaba todo bien, fíjate que podes rescatar…»
Según surge del audio, Mariño comenta que no pudo robar mucha plata porque los fajos ya habían sido mostrado a los testigos entonces no podía modificar mucho las cantidades. De la investigación se desprende que habrían tomado 300 mil pesos de un total que superaba el millón y medo.
En la conversación con Navarro, Mariño parece haber encontrado algo positivo, a pesar que las cosas no salieron como esperaban, y dice: «Nos llevaremos un poco menos, pero por lo menos lo ensuciamos a él también (Pontoriero), así que olvídate.”
Por este y otros cuatro hechos, que incluyen el pedido de retornos a los oficiales subalternos que recibían el pago de horas Cores (Compensación por Recargo de Servicio), están imputados el comisario mayor Leandro Piboleau, su par Claudio Pontoriero y la comisario Paola Reynaldo, como jefes de la asociación ilícita.
Por su parte, los oficiales Leonardo Mariño, Jonathan Aguirre, Joel Paglione, Carla Navarro, Cristian Battistessa, Débora Durán y Lucas Agustín Barreiro, deberán responder como integrantes de la organización criminal.
El pedido de elevación a juicio fue presentado este lunes ante el Juzgado de Garantías Nº6. Será la jueza Lucrecia Bustos al que deberá decidir sobre el pedido e la fiscalía.
Fuente: Mi8
