En medio de una temporada rodeada de dudas en torno a la ocupación y el consumo de los turistas, los trabajadores de distintas playas de Mar del Plata son un termómetro de lo que pasa realmente con la gente que eligió pasar sus vacaciones de verano en la ciudad.
Las mayores preocupaciones de quienes trabajan directamente con el turismo que ocupa las playas tienen que ver por un lado con el clima y, por otro, con la caída en el consumo. Marcos, que trabaja en un «chiringo» del centro, aseguró que desde su lugar «cumplimos las expectativas sobre la cantidad de gente que queríamos que venga».
Mientras el turista está, lo que falta es el buen clima: el vendedor celebró que el calor haya llegado a la ciudad pero dijo que aún espera que mejore, dado que durante enero se reforzó la inestabilidad y las nubes llegaron para quedarse.
«Esta quincena mejoró desde el último domingo, pero esperamos que venga más fuerte la segunda. La temporada está similar al año pasado, vemos el furor de gente que viene y consume si hay precios estables», confirmó.
Héctor también ubicó su negocio, más del tipo «kiosco», en un chiringo del centro. Desde su visión, «la temporada viene floja»: «No está muy buena porque la gente está, pero gasta menos», sentenció.
«Hay un poco más de gente que el año anterior para a la misma fecha pero el gasto es diferente, la gente se cuida más, traen cosas o compran en súper. Hoy se trata de cuidar a la gente con los precios para que gasten lo que se pueda, está todo muy caro», analizó el comerciante.
Otro punto por el que pasan todos los turistas que van a la costa son las ferias y puestos que venden desde ropa, artículos electrónicos o recuerdos de la ciudad hasta juegos y elementos para disfrutar en la playa.
Alan, vendedor de una de las ferias céntricas, dijo que «esperamos el recambio con toda la fe» porque, consideró, «no hay mucha gente» en la zona.
«La gente que baja ayuda, pero preguntan mucho más que comprar. Estamos tranquilos con las ventas aunque tampoco es que vendimos un montón», valoró.
Como dato de color, entre lo más vendido en su puesto, en el que tiene mucha variedad de productos «lo que más se lleva es la esterilla, el balde o la pelota».
Fuente: MI8