En línea con promover cambios en el medio ambiente, para reducir los efectos del cambio climático y poder extender la vida útil del planeta, el compostaje se presenta como una de las maneras que existen para disminuir la cantidad de residuos que generamos en nuestro día a día. Una pequeña porción de tiempo, conservar los restos orgánicos que desecharíamos a la basura luego de cocinar y algunos baldes al aire libre es todo lo que necesitamos para colaborar con la preservación del ambiente.
Portal Universidad dialogó con Jorge Ratín, Ingeniero Agrónomo y Docente de la Facultad de Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien explicó de qué se trata este proceso, qué materiales orgánicos podemos utilizar y cuáles son los beneficios que trae para el medio ambiente.
En principio, el compostaje se trata de un proceso biológico, “es una fermentación aeróbica que requiere de mucha aireación y humedad. De esta manera podemos transformar restos orgánicos en un producto, muy rico en nutrientes, que es similar a la tierra”, afirmó.
Sin embargo, este proceso puede realizarse a diferentes escalas, tanto industrial como domiciliaria. En cuanto al nivel doméstico, “podemos juntar todos los restos de la preparación de alimentos con base vegetal que hacemos en la cocina y reservarlos en un recipiente. Por ejemplo, en mi casa, cerca de la pileta de la cocina tenemos un recipiente de helados donde vamos juntando todos los restos para luego llevarlos a la compostera”, reveló el ingeniero.
Con respecto a la compostera, generalmente se ubica en un ambiente al aire libre y puede ser de distintos materiales. La manera más casera puede ser con “2 o 3 recipientes, por ejemplo, apilando baldes de 20 litros donde viene la pintura. Es importante perforar el fondo de los que están más arriba para que el exceso de líquidos drenen hacia el que está más abajo, que es el recolector de líquidos”, planteó.
Entonces, ahora llega el momento de comenzar el proceso de compostaje tirando todos los restos orgánicos en ese recipiente. Ratín comentó que “podemos agregarle tierra y lombrices para que el proceso sea mucho más rápido. Aunque, simplemente con acumular esos residuos y removerlos de vez en cuando ya se generan una serie de microorganismos que los van descomponiendo. Así, esos restos orgánicos se transforman en tierra”.
Restos orgánicos: ¿cuáles se pueden agregar al compost?
Los residuos orgánicos o biorresiduos domésticos son materiales biodegradables de origen vegetal o animal, que pueden haber sido generados tanto en el ámbito domiciliario como en el comercial. Entonces, la mayoría de los residuos orgánicos que se producen en el hogar pueden desecharse en la compostera, pero antes deben ser cortados en pedacitos pequeños para favorecer su degradación y, además, ganar espacio.
Que sí tirar en el compost:
Restos de fruta y verdura
Yerba y saquitos de te
Cáscaras de huevo
Cartón y servilletas
Pasto y hojas secas
Que no tirar en el compost:
Restos de pescado, carne y huesos
Estiércol de animales domésticos
Cenizas
Revistas ilustradas
Pañales
Pilas, baterías y otros materiales tóxicos
Otros materiales no orgánicos
Si bien podemos pensar que guardar estos restos orgánicos en un espacio cerrado podría producir mal olor o atraer a otros insectos o animales, el ingeniero desmintió estos mitos. “Si el proceso está bien hecho, es decir, si tiene suficiente aireación, no tiene por qué generar ningún olor ni atraer moscas. Ahora, si tenemos un material que tiene mucho líquido o humedad, ya no es un proceso aeróbico y ahí sí tendrá estos efectos”.
Compostar para generar un cambio en el medio ambiente
Como el método más conocido para generar cambios en el medio ambiente es el reciclaje, poco a poco, el compostaje empieza a ganar terreno en esta área, sobre todo en el ámbito doméstico. Ratín aseguró que “los restos orgánicos ocupan una porción muy importante de los residuos del hogar, a veces representan aproximadamente la mitad del total. Entonces, si logramos procesar esos restos con el compostaje estamos reduciendo los residuos que sacamos a la calle prácticamente a la mitad. Así se abarata muchísimo el procesado de los residuos a nivel comunidad”.
En cuánto a qué podemos hacer con el material que obtenemos luego de 3 o 4 meses de compostaje, que es lo que tarda en culminar el proceso, “al generarse un material muy rico en nutrientes, podemos utilizarlo como un fertilizante natural para la tierra“, confirmó. A lo que agregó que, si bien el tiempo del proceso parece ser bastante extenso, “es mucho más rápido que lo que ocurre en la naturaleza, porque estamos dando las condiciones adecuadas de aireación, humedad y temperatura”.
Así como el compost se puede realizar a escala domiciliaria, en forma particular, el ingeniero propone una modalidad comunitaria donde “se pueden juntar entre vecinos, tener una en la escuela y en las sociedades de fomento. Es una oportunidad para reunirnos y hacer algo en común, tiene muchas facetas este proceso”.
Con respecto a estos cambios que, paulatinamente, se van dando en la sociedad, Ratín concluyó que “es muy importante el tema de poder tener más conciencia ecológica y de cuidar el ambiente. Es un camino de ida que estamos transitando y, como sociedad, tenemos que ir tomando más conciencia, poder reciclar, tener una vida con hábitos más saludables y el proceso de compostaje también es parte de eso“.
FUENTE: Portal Universidad