Informaron que en horas de la madrugada personal policial procedió a dar cumplimiento a la orden del juzgado en lo Civil y Comercial Nº9 de desalojar el local de la firma Confiterías Boston ubicado en la zona de Playa Varese de nuestra ciudad.
Durante más de 200 días nuestra organización se mantuvo junto a los trabajadores agotando todas las instancias legales posibles en defensa de los derechos de los mismos y en la resistencia a una situación de injusticia en la que una vez más pagaban el precio de ser el eslabón más débil de la
cadena social.
Miles de marplatenses y decenas de figuras de la vida política, cultural y social del país pasaron por el lugar expresando su solidaridad e instando a encontrar una solución que preservara las fuentes de trabajo en riesgo. Y así fue que en una primera instancia de desalojo centenares de marplatenses se
unieron a las organizaciones sociales, a los representantes del Concejo Deliberante, a la CGT-Regional
Mar del Plata y a las organizaciones gremiales con incumbencia directa para resistir la medida aún sabiendo que se caminaba por el estrecho filo de la desobediencia legal.
Hoy no podemos hacer otra cosa que acatar lo dispuesto por la justicia, instar a que las negociaciones en marcha con una importante firma del rubro en el mercado local lleguen a buen puerto y la reapertura del tradicional espacio venga acompañado de la preservación de las fuentes de trabajo, además de comprometer nuestra asistencia y máximo esfuerzo en defensa de los
intereses de los trabajadores desalojados hasta que reciban la totalidad de los haberes adeudados, la totalidad de los haberes indemnizatorios y tengan asegurada su continuidad laboral.
Nuestro agradecimiento a toda la comunidad que acompañó a los trabajadores en esta lucha, nuestro compromiso con sus derechos y reclamaciones y nuestro pedido de reflexión a los empresarios y a la justicia para que respeten los derechos de quienes tienen en su fuente laboral la única forma de
sostener a sus familias con una dignidad mínima. Y que otra vez, pese al empeño de todos, quedan con las manos vacías.
