Como sucede en el fútbol, cada agrupación defendió el que los identifica. Fue durante una audiencia en la justicia electoral. Algunos ya ganaron su partido: la izquierda irá con el rojo, el peronismo con el azul y el macrismo con el amarillo. Más complicados estuvieron Consenso Federal y el partido de Espert
«Por los colores, todo», decía Enrique Santos Discépolo en la película El hincha, de 1951. Y así como para el fútbol, el concepto puede aplicar también a otra pasión: la política. Eso fue lo que hicieron ayer los partidos políticos que competirán en las elecciones presidenciales. Dejaron todo por los colores que usarán en las boletas.
Durante una audiencia en la justicia electoral, los representantes de los partidos pidieron los colores para las boletas que tendrán en el cuarto oscuro. El peronista Frente de Todos, que lleva la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, no paró de atacar; el oficialista Juntos por el Cambio de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto tuvo una sola y la metió; a Consenso Federal de Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey y al frente del economista José Luis Espert los pelotearon todo el partido y la izquierda, por su parte, fue un espectador de lujo. Ahora decidirá la jueza -en los dos sentidos- electoral María Servini.
La magistrada recibió ayer a la tarde en su despacho del Palacio de Tribunales a los partidos políticos para lo que se conoce como la audiencia de colores. Cada frente electoral o partido expresa qué color quiere llevar en su boleta y se procede a elegir de las múltiples opciones que da la escala pantone, una empresa que creó un sistema de identificación de colores. Algunos partidos hacen una reserva previa, que se respeta si lo usaron en elecciones anteriores.
Las boletas son a color desde 2011. La primera vez tuvo lugar en las elecciones presidenciales de ese año, en las que Cristina Kirchner fue reelecta. ¿Importa el color o alcanza con el nombre del partido y la cara de los candidatos para que las boletas sean identificables para el votante? «No todos los electores deciden por el nombre. El color es indicativo y da una identificación política», le explicó a Infobae Jorge Laudau, histórico apoderado del Partido Justicialista.
Poco antes de las siete de la tarde, los apoderados de los partidos nacionales se ubicaron en el amplio despacho de Servini, decorado con lechuzas -un objeto que la jueza colecciona-, libros de derecho, fotos y diplomas. La magistrada inició la audiencia indicando el color que cada agrupación eligió y preguntaba si había alguna objeción.
Primero fue el turno de la alianza Frente de Izquierda y de los Trabajadores -Unidad. Eligieron su histórico color rojo (032 U de la escala pantone) y no tuvieron oposición.
Luego fue el turno del Frente de Todos, que llevará su también histórico color azul y amarillo para el logo de los partidos identificados con el kirchnerismo. El partido Más, por su parte, tendrá el rojo y verde; y el ultraderechista Frente Patriota el marrón, verde y azul. En tanto, Juntos por el Cambio llevará una boleta similar a la de la última elección, cuando era «Cambiemos»: fondo blanco con amarillo, rojo, azul, verde y negro. Nadie planteó objeciones.
Algunos partidos entregaron también una boleta preliminar que servía para saber qué tono de cada color usarán.
La primera disidencia llegó con los colores del Frente Nos, que lleva como candidato a Juan José Gómez Centurión: azul y amarillo. Landau sostuvo que el azul era muy similar al de Frente de Todos y que con el amarillo tienen el mismo logo, lo que podía generar confusión. Para graficar, Landau tomó su celular, se paró y les mostró a todos el logo de su partido. Pero el apoderado de Nos no estaba para contestar. «No quiero tener una actitud para sobetear la audiencia. Pero es igual», dijo Landau y dejó hecha la objeción.
Otra crítica del peronismo fue al Frente Despertar que lidera el economista José Luis Espert. Sus colores son el violeta, celeste y gris. «Para mí no hay confusión», le dijo al respecto el apoderado Marcelo Portas Dalmau a Landau. Pero para el PJ sí había. «Son muy parecidos. Habiendo tanta gama cromática, ¿por qué usar uno igual?», preguntó Landau. Finalmente, Portas Dalmau propuso otra gama de celeste.
La mayor controversia, no obstante, se dio con los colores de la boleta de Lavagna. Sus representantes pidieron rojo, verde, azul y celeste sobre un fondo blanco. Pero Landau sostuvo que el celeste se da a confusión con el azul del Frente para Todos. Uno de los apoderados de Consenso Federal, Gabriel Flores Argüello, propuso cambiar a un tono más bajo de celeste. «Ese lo tenemos nosotros», le dijo un apoderado de Juntos por el Cambio. Desde Consenso propusieron otra gama de celeste pero el PJ también se opuso.
El apoderado de Consenso, entonces, tomó la paleta que un secretario de la jueza tenía y comenzó a analizar otras opciones. Las consultaba con los apoderados de la fórmula Fernández-Fernández. «A ustedes los mata la grieta», dijo Landau, lo que generó la risa de todos.
Finalmente, Flores Argüello eligió el celeste 608 C de la escala pantone. Pero ese también lo tiene Juntos por el Cambio, por lo que la decisión final fue mantenerse en el celeste inicial y aguardar a que la jueza Servini defina en su resolución si puede haber confusión con la boleta del peronismo.
Consenso Federal llevará en el encabezado de cada categoría (presidente, gobernador, diputado) un color distinto. Pero eso también fue criticado por el peronismo. «No hay homogeneidad de colores en la boleta y el decreto señala que ese es el objetivo», dijo Landau.
«¿Sabes por qué hay tanta discusión sobre los colores que para muchos pueden ser muy parecidos? Porque después se imprimen y se parecen mucho y mi candidato me mata», se sinceró ante este medio un apoderado.
Finalmente, el Partido Autonomista tendrá el color bordó, Acción Vecinal un tono de verde y Unite por la libertad naranja, azul, celeste y negro. No recibieron objeciones.
En tanto, ninguno de los partidos eligió el que para pantone es el color del 2019: el living coral. Desde 2000, la empresa designa cada año un color destacado.
Una secretaria leyó el acta final. Se imprimió y la jueza y los apoderados la firmaron.
«Ahora faltan las boletas», les dijo Servini a los apoderados antes de despedirlos. Tienen plazo para presentarlas hasta el 29 de junio, una semana después de la presentación de las listas que vence este sábado. Luego se hará otra audiencia, donde se espera que otra vez haya discusiones sobre los colores, logos, fotos, así como el tamaño de las letras.
«Yo vengo a traer la salvación de los colores», decía Discépolo en El hincha. Los partidos no esperan tanto, pero sí que los ayuden a juntar algún voto adicional. Para muchos, puede ser la salvación.
Fuente: Infobae