Si bien se sabe que se necesitarán profesiones hasta ahora desconocidas, no caben dudas que a futuro hay grandes temas que requerirán un amplio desarrollo de tareas.
En plena Era Digital es verdad que muchos trabajos desaparecen con el avance de la tecnología. Sin embargo, la buena noticia es que surgen otros nuevos, muchos de ellos impensados y cercanos a lo que -décadas atrás- se consideraba ciencia ficción.
El trabajo del futuro ya está siendo realidad hoy. Actualmente, se solicita mucha más especialización y ya no tantos generalistas. Algunos trabajos de “hoy” no existían una década atrás; por ejemplo, tal es el caso de community managers e influencers, biólogos informáticos, especialistas en Big Data y Analytics, entre otras actividades.
Los robots y los procesos de automatización hacen que progresivamente vayan desapareciendo algunas tareas que antes ejecutaban las personas: cajeros de bancos y supermercados, venta por telemarketing, atención al cliente vía telefónica, etc. Y esta lista va a seguir creciendo, puesto que el desarrollo tecnológico lleva a que en un futuro cercano ya no se necesiten choferes (ni de autos particulares ni de transporte público), minoristas de ciertos mercados, redacción técnica, traslado de mercaderías, venta de inmuebles, etc.
La tecnología avanza y el mundo hoy cuenta con novedades que se van instalando en la vida cotidiana: drones que ya no solo pueden sacar fotos de obras o campos desde el cielo sino también distribuir medicinas, productos y alimentos en lugares de difícil acceso; impresoras 3D que hasta pueden producir alimentos; criptomonedas que hay que saber cómo administrar; automóviles autónomos; diseño de sistemas de energía en el espacio exterior; diagnósticos médicos precisos a distancia, etc. Los jóvenes deben prepararse para ese nuevo mundo, y los adultos, también. Hay que capacitarse para no quedar afuera de lo que proponen las nuevas tecnologías.
Si bien se sabe que se necesitarán profesiones hasta ahora desconocidas, no caben dudas que a futuro hay grandes temas que requerirán un amplio desarrollo de tareas, de modo de satisfacer las necesidades crecientes de una nueva sociedad:
Una población de mayor edad. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), hacia 2025 el 63% de la población mundial vivirá más de 65 años y algunos mucho más de 100 años. Esta población de adultos mayores afectará notablemente las economías a nivel mundial. Sin embargo, si tenemos una mirada optimista, surge un segmento que requerirá de médicos especialistas en gerontología, cuidadores de abuelos, expertos en planificar actividades para la 3ª edad (cuidados físicos y psicológicos, así como entretenimientos y viajes).
Gran cantidad de gente con mayor conciencia del cuidado del medio ambiente. Esto puede provocar una vuelta a las pequeñas granjas locales. La gente comenzará a cultivar su propio alimento en forma sustentable, para abastecer las necesidades familiares. Seguramente crecerá el segmento de productores agropecuarios artesanales -de hecho, ya está sucediendo-, lo cual cambiará la dinámica de este sector de la economía.
Nuevas producciones de alimentos basadas en la eficiencia genética de las especies. Surgirán nuevas investigaciones para optimizar al máximo los recursos y las superficies de que se dispone para obtener alimentos para una población mundial que crece exponencialmente.
Creación de contenidos digitales. Los canales de comunicación digital son los grandes protagonistas del nuevo milenio y se fortalecen cada vez más, con una segmentación antes nunca tan específica. Aparecen alternativas para pequeños grupos con gustos y necesidades bien determinadas según cada nicho. Una oportunidad para desarrollar nuevos negocios bien específicos para cada target.
Desarrollo de la robótica. Esta tecnología será cada vez más avanzada, por eso se necesitarán especialistas, desde ingenieros desarrolladores de robots hasta expertos en reparación y actualización de equipos.
Viviendas inteligentes. El Internet de las Cosas o IoT (por sus siglas del inglés “Internet of the Things”) está cambiando también la forma de vida de la gente en sus hogares. Esta nueva dinámica hace que se necesiten nuevos especialistas que hasta ahora no existían. Surgen nuevas necesidades que requieren puestos de trabajo que no existían: ingenieros y técnicos especializados en el funcionamiento de casas inteligentes.
Realidad Virtual en la vida cotidiana. Ya se está utilizando la realidad virtual tanto para el trabajo como para el entretenimiento. Se necesitan expertos en contenidos de este tipo, tanto para capacitación y conferencias como para viajes y turismo virtuales, además de continuar con el entretenimiento. Se trata de un nuevo universo a partir del cual surgen oportunidades laborales para escritores, diseñadores, productores, actores, programadores.
Especialización en Big Data y el Análisis de esa información (Analytics). Ya muchas personas se están capacitando en la comprensión y el desarrollo de algoritmos para interpretar la increíble cantidad de datos que hoy existe a nivel público. Herramientas analíticas contribuyen a predecir escenarios y, por consiguiente, contar con datos precisos para tomar mejores decisiones. Estos especialistas son y serán muy requeridos.
Impresoras 3D. Se necesitan -y es una tendencia creciente- especialistas en diseño para estos nuevos equipos, diseño para la concepción de productos inorgánicos y orgánicos. Surgen muchas oportunidades laborales.
Aprendizaje y capacitación on-line en los ámbitos laborales. Esta nueva modalidad lleva a la necesidad de profesores o capacitadores independientes, idóneos para estructurar seminarios, subirlos a Internet y, a través de marketing digital, ofrecerlo a las empresas y gestionarlo correctamente.
Profesionales freelance, capaces de formar equipos para proyectos puntuales. Este tipo de perfil es cada vez más requerido. Las empresas prefieren contratar los conocimientos y la gestión de un profesional, de un especialista, “llave en mano”. Esa persona es quien lidera el proyecto y arma equipos “ad hoc” según lo que se necesite. Es más eficiente y asegura mejores resultados a las organizaciones.
No hay que tenerle miedo a la tecnología y la digitalización. Solamente hay que adaptarse y seguir adelante.
Fuente: www.diariocultura.com