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Del zeppelin a la comida low cost: cómo será el nuevo aeropuerto de Ezeiza

Le dicen El Zepellin y ya se perfila como la estrella de lo que será el renovado Aeropuerto
Internacional Ministro Pistarini. La estructura metálica y redondeada, en forma de un gran
dirigible flotante, dominará la nueva Terminal de Partidas, por estos días en plena ejecución,
que se espera inaugurar a mediados del año próximo.

«El Zeppelin será un edificio dentro de otro edificio», explican desde Aeropuertos Argentina
2000, la empresa concesionaria de Ezeiza, acerca de esta estructura futurista donde se ubicarán
los controles de seguridad y migraciones para pasajeros, previos a su embarque.

En lugar de las actuales terminales A, B y C, Ezeiza tendrá, a partir de esta radical
reconfiguración, un único hall de check in. Los 186 mostradores de las distintas aerolíneas se
ubicarán en cinco islas paralelas, tal como se ve en los últimos tiempos en todos los grandes
aeropuertos del mundo, abandonando la disposición actual y menos eficiente en una misma
línea.

Frente a este nuevo edificio de partidas, ya se observa el pozo que en algunos meses será un
estacionamiento cubierto de cinco niveles. Este parking ampliará seis veces la capacidad de
automóviles y estará conectado por un túnel para acceder a la futura terminal sin necesidad de
salir al exterior.

Terminales, pistas y torre de control:

El plan integral de este nuevo aeropuerto significará una inversión total de 15.000 millones de
pesos, según informó el Ministerio de Transporte, contemplando tanto las obras de la empresa
concesionaria como las del Estado. En la siguiente etapa de ese plan, a completarse en 2021, el
aeropuerto tendrá también nueva terminal unificada para los arribos, con más espacios para
retiro de equipaje, más metros cuadrados de duty free shop, controles de aduana y un gran hall
de llegadas. También están proyectados nuevos espigones para recibir más aviones.

De esta manera, Ezeiza cuadruplicará su superficie, de 58.400 a 217.230 metros cuadrados. «Es
un salto a escala mundial», se entusiasma Daniel Ketchibachian, gerente general del aeropuerto,
al recorrer con La Nación las obras, apenas visibles para los pasajeros que transitan
normalmente por las instalaciones en uso. «Ezeiza es lo primero y lo último que la mayoría de
los extranjeros ve de la Argentina -dice-. Esa es la importancia de esta obra.»

Además de estos trabajos, el Ministerio de Transporte ya completó la reparación de la pista
principal y la secundaria del aeropuerto. Se repavimentaron y se actualizó su sistema de
balizamiento con luces LED. Ahora se está terminando la nueva torre de control de 80 metros de
altura.

¿Qué pasará con los viejos edificios de Ezeiza aún en pie? Incluido el antiguo hotel que dejó de
funcionar como tal hace años, se mantendrán como están, más allá de un lavado de cara, ya que
fueron declarados patrimonio histórico. Durante la excavación para el futuro estacionamiento,
se encontraron restos de la pileta de natación de aquel hotel aeroportuario.

Gastronomía: precios cuidados

Mientras se espera la terminal de partidas y su zeppelin, otros cambios ya están en marcha.
Quizás menos espectaculares, pero bastante prácticos para los pasajeros. Con la cocinera Narda
Lepes como embajadora temática, la estación está replanteando integralmente su oferta
gastronómica.

Más allá del detalle de las cadenas que abrirán locales en los próximos días y en un proceso
gradual de varios meses, hay un dato crítico: por contrato, todos se comprometen a mantener los
mismos precios que ofrecen en la «calle». Una política que responde directamente a aquella
tradición de cobrar precios abusivos por el café y los sándwiches a una clientela cautiva, sin
mucha alternativa.

En la misma dirección, la nueva oferta incluirá máquinas expendedoras de bebidas y snacks,
«para no estar obligado a sentarte en un restaurante si sólo querés tomar un agua mineral», como
explica Daniel Ketchibachian.

Cochecitos gratis:

En las próximas semanas, no sólo habrá aerolíneas de bajo costo: también habrá dos
restaurantes explícitamente clasificados como low cost, con una oferta exclusivamente a precios
bajos. Estarán ubicados en el primer piso del Hall Público de la Terminal A y en la puerta 18 del
Pre Embarque Internacional de la Terminal C.

Siguiendo con los servicios al pasajero y los pequeños detalles, se suman cochecitos de uso
gratuito en las terminales y cambiadores tanto en baños de mujeres como de hombres. Y está en
pleno proceso de ampliación el estacionamiento de Larga Estadía, que permite dejar el auto por
hasta treinta días por un cargo fijo de 1590 pesos («el precio de dos taxis», como lo
promocionan). Una propuesta con tanto éxito que saturó rápidamente el cupo de autos.

También se prepara un nuevo estacionamiento especial para los taxis y remises que esperan el
aterrizaje de un pasajero, esos vehículos que suelen verse peligrosamente ubicados en la
banquina de la autopista, metros afuera del aeropuerto.

Fuente: La Nacion

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