Sucedió en el Instituto San Alberto donde las autoridades hostigaron y mal trataron a una docente que llevaba varios años trabajando en la institución. SADOP alertó sobre prácticas similares en otros establecimientos.
La delegación Mar del Plata del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) denunció los hechos ocurridos en el Instituto San Alberto donde una trabajadora fue presionada por los responsables de la institución para renunciar a su cargo y alertó sobre la reiteración de este tipo de actitudes en otros establecimientos. La institución católica cuenta con subvención por parte del gobierno bonaerense.
Los hechos ocurrieron a partir del reclamo del cobro de asignaciones familiares que realizaba una docente madre de tres hijos, uno de ellos con discapacidad, ante la falta continua del mismo. “En el caso de las escuelas de gestión privada, ese pago es responsabilidad directa de los empleadores”, explicó Carla Mancuso, secretaria gremial de SADOP Mar del Plata.
“Luego de varias notas que presentó para con su legítimo reclamo, la docente fue mal tratada y presionada para desistir del reclamo y provocar la renuncia a su cargo”, agregó.
Mancuso recordó que ese accionar es otra de las prácticas habituales registradas en estos establecimientos junto a la negativa de otorgar licencias, la presión en reuniones personales para evitar reclamos o afiliaciones o la amenaza de despidos.
“Desde SADOP trabajamos fuertemente para denunciar, acompañar a cada trabajador y trabajadora que sufre violencia en las escuelas de gestión privada, como así también realizamos las acciones gremiales necesarias, además de repudiar toda maniobra que busque disciplinar. Por eso es importante que cada docente sepa que no está solo/a, que no tiene por qué someterse a esas prácticas. Por lo abusivo y arbitrario de lo sucedido, la escuela terminará abonando la indemnización que le corresponde a la docente. El proyecto de ley antidespidos que SADOP presentó recientemente en la Legislatura es una importante iniciativa para frenar estos atropellos por parte de escuelas subvencionadas», concluyó.
