Su valor se fija en función del precio de la nafta. En territorio bonaerense, aumenta cada dos meses.
En Provincia de Buenos Aires, el costo de las Unidades Fijas siguió aumentando al ritmo del precio de la nafta y, desde el 1° de enero, la UF pasó de $ 53,85 a $ 63,09. Esto significa una suba del 17%.
Las unidades fijas o UF son los parámetros que se usan para determinar el costo de las multas. Por cada infracción, se establece una sanción de cierta cantidad de UF. Se inventó este sistema para que existiera una forma de indexación automática del valor de esas sanciones, porque por la inflación a menudo las cifras quedaban irrisorias.
Pero en 2019, el Gobierno porteño se salteó la consulta de agosto, el mes de las PASO y que terminó con un resultado adverso para el macrismo a nivel nacional. Ahora, fuentes del Ejecutivo dicen que, en el marco del freno a aumentos en el transporte, todavía no existen planes de hacer la actualización. Y al día de hoy sigue vigente el valor de la Unidad Fija establecido en febrero del año pasado, que es de $ 21,40. Ahora, el valor de un litro de nafta premium en el ACA de avenida Libertador 1850 es de $ 61,79 y la mitad, $ 30,89. De acuerdo a esta cuenta, eso es lo que debería costar la UF porteña y así las multas serían un 44% más caras.
Paralelamente, en la Provincia de Buenos Aires sí hubo aumentos. La consulta se hace cada dos meses y, en noviembre, la UF pasó de $ 51,73 a $ 53,84. Y con 2020, acaba de estrenar su valor de $ 63,09.
En números, eso significa que el mal estacionamiento en Provincia -que es una de las faltas de tránsito más comunes- se sanciona con multas de 50 UF a 100 UF, que desde este año equivalen a entre $ 3.154,50 y $ 6.309. Por la misma falta, en la Ciudad se cobra una multa de $ 2.140 (100 UF).
Faltas más graves, como conducir bajo los efectos del alcohol o pasar un semáforo en rojo, en Provincia tienen una sanción de entre $ 18.927 (300 UF) y $ 63.090 (1.000 UF). En la Ciudad, el castigo por violar un semáforo es mucho menor: la multa va de $ 6.420 a $ 32.100. Mientras, la alcoholemia positiva es una contravención para la que se contemplan multas de $ 3.210 (150 UF) a $ 21.400 (1.000 UF). Es decir que la multa mínima por conducir alcoholizado es cinco veces más baja en Capital que en Provincia.
El exceso de velocidad también se mide con varas diferentes según el lado de la General Paz donde se mire. En territorio bonaerense, se sanciona con multas de $ 7.823,16 (124 UF) a $ 63.090 (1.000 UF). En la Ciudad, en cambio, van de $ 3.210 a $ 5.350 o, para los casos más graves, que es cuando se circula a más de 140 km/h, de $ 8.560 a $ 85.600.
Más alla del costo de las multas en diferentes jurisdicciones, queda abierta una pregunta: ¿son una sanción efectiva o tienen un fin recaudatorio?
Desde el Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons señala: «La multa sirve si logra que la persona cese en la comisión de la infracción y a eso es lo que tiene que apuntar el control. Tiene que tener efectos disuasorios. Las fotomultas servirían si, algunos kilómetros o cuadras después de detectada la falta, el conductor es detenido para comunicarle la infracción y para que cese de cometerla. Si sólo se labra la multa, el fin sí es meramente recaudatorio». El especialista observa que, además, el infractor debería ser notificado dentro de los 60 días hábiles para que pueda ejercer su derecho a la defensa ante un juez.
Pero según Pons, hoy no funciona así el sistema. «La gente paga y sigue haciendo lo mismo. O a veces ni siquiera paga y, cuando vende el auto, lo hace en provincias donde no le aparecen las multas impagas. Hay empresas que contabilizan a las multas en sus costos. Sería más eficiente que le retengan la licencia de conducir al infractor».
En ciudades de otros países, según Pons, también se aplica la figura de la amonestación ante la primera falta y la multa es para quienes reinciden. Por otra parte, advierte, imponer una multa muy cara puede prestarse a la coima para eludirla.
«El problema es que la mayor parte de las multas son por mal estacionamiento, exceso de velocidad o pasar semáforos en rojo, porque son infracciones que se labran en forma electrónica -sostiene Pons-. Pero una falta mucho más cometida y peligrosa es no respetar la prioridad de paso en las esquinas. Y el 62% de los siniestros ocurre en las esquinas. Por eso hacen falta controles dinámicos y presenciales».
Fuente: clarin.com