Mirador Virtual Mobile

Desde París, desde París, salió el nuevo campeón…

¡Lo volvió a hacer! ¡Y en Roland Garros! El cordobés Gustavo Fernández derrotó por 6-1 y 6-3 al inglés Gordon Reid y se consagró una vez más en el Grand Slam sobre polvo de ladrillo. ¡Grande Lobito!

La historia fue contada una y mil veces. Un año y medio después de haber nacido en Rio Tercero, Córdoba, sufrió un infarto medular que lo dejó paralizado desde la cintura hacia abajo. Así y todo, en familia de deportistas, no claudicó. A los seis años comenzó a jugar al tenis y, a los 12, se inscribió como Junior en la Asociación Argentina de Tenis. A partir de ahí, nació una leyenda del tenis adaptado más allá de que no mucho no le cierra la idea de ser sólo expuesto como ‘ejemplo de superación’.

Gustavo Fernández, de él se trata, legó a ser #1 del ranking a mediados de 2017 y hoy, como segundo en la cima, dio otro golpe de efecto en su carrera. Tras haberse llevado en enero el Australian Open (7-5 y 6-3 a Stefan Olsson), el Lobito volvió a dar que hablar al quedarse este sábado, en la cancha 7 de Roland Garros, con su segundo Grand Slam sobre polvo de ladrillo.

Tal como sucedió hace tres años y algunos días, el 4 de junio de 2016, Fernández otra vez derrotó al inglés Gordon Reid. Aquella vez había sido 7-6 y 6-1. Ahora, 6-1 y 6-3, en una hora y diez minutos. Fue una gran revancha después de haber perdido las finales en París, de manera consecutiva, frente a Alfie Hewett (6-0, 6-7 y 2-6 en 2017) y a Shingo Kunieda (6-7, 0-6 en 2018). Es su cuarto gran certamen después de los dos en Australia y, ahora, el par francés. Por eso, el abrazo de agradecimiento a los que siempre están: a Fernando San Martín, su entrenador, y a Florencia Tagliaferro, su novia.

“Un poco me molesto que sólo me digan que soy un ejemplo de superación. Yo que creo soy un ejemplo de deportista profesional. No me siento discriminado porque no le doy bola. Pero sé que existe. Mi familia me hizo ver que yo tenía que encontrar mis propios límites. Por más que seas discapacitado podés tener la vida que quieras..”, suele decir. Y tuvo razón Lobito. Hoy hace vida de campeón. De campeón de Roland Garros…

Fuente: Olé

Comentarios

comentarios