También se están utilizando medidores de red inteligentes que brindan datos actualizados al minuto sobre la demanda de petróleo, gas, agua y electricidad: la electrificación, descarbonización y descentralización son los grandes desafíos que enfrentan estas empresas en un contexto que demanda la reducción de emisiones.
La industria 4.0 se apoya fuertemente en tecnologías como Internet de las cosas (IoT), big data, sistemas ciberfísicos (CPS) y computación en la Nube. Esta cuarta revolución industrial está explotando nuevos sistemas inteligentes y conectados para mejorar tanto la flexibilidad como la eficiencia de las industrias y aporta una inteligencia mejorada que se deriva de la interconexión de dispositivos, maquinarias y sistemas más grandes, tanto dentro como entre usuarios y sitios de la industria.
Estas tecnologías ya provocaron la aparición del concepto “Energía 4.0”, en un escenario global de preocupación por el cambio climático y demanda de reducción de emisiones, en el que existe una presión cada vez mayor para abordar tanto el volumen como el tipo de consumo de energía en todas las áreas, y para utilizar soluciones nuevas e innovadoras.
De esta manera, el sector de energía y servicios públicos se encuentra fuertemente marcado por tres tendencias crecientes: electrificación, descarbonización y descentralización.
Superpuesto a estas tendencias se encuentra el avance de las tecnologías digitales, que actúan a la vez como catalizadoras, disruptoras y habilitadoras. “Por ejemplo, la revolución digital que está ocurriendo en la industria eléctrica resultó en muchas tecnologías nuevas y un aumento exponencial en el almacenamiento y procesamiento de datos. Esta revolución facilita la interoperabilidad relacionada de múltiples tipos de activos, como la generación renovable, el almacenamiento de energía y las cargas flexibles”, explica Mariano Fernández, BDM Regional de Comunicaciones y IoT en BGH Tech Partner.
A su vez, el sector está adoptando innovaciones emergentes como IoT, la ciencia de datos, el aprendizaje automático y cloud computing para construir redes inteligentes, administrar energía renovable y generación distribuida. Por su parte, el uso de big data e inteligencia artificial en la gestión energética permite optimizar estos sistemas complejos y reduce el uso redundante de electricidad.
En cuanto a las industrias de servicios públicos, ya se utilizan drones y sensores inteligentes para inspeccionar instalaciones y líneas: los medidores de red inteligente brindan datos actualizados al minuto sobre la demanda de petróleo, gas, agua y electricidad. Los dispositivos IoT también pueden monitorear cambios en la temperatura, la humedad y las vibraciones, lo que permite prevenir fallas en los equipos y aumentar la seguridad del personal.
Múltiples medidores en grandes instalaciones proporcionan los datos que dan forma a la toma de decisiones en tiempo real para que los servicios públicos se vuelvan más estables y sostenibles.
“Las nuevas tecnologías permitieron que las empresas de electricidad aborden la inestabilidad de la red y los problemas de desequilibrio causados en parte por el despliegue de la generación de energía renovable intermitente, por caso. El monitoreo de datos en tiempo real hizo posible que las acciones correctivas y los procesos preventivos se generalicen mucho más rápido. Además el uso de datos y monitoreo en sitios industriales también facilitó la identificación de ineficiencias en los procesos y equipos defectuosos”, comentan desde BGH Tech Partner.
En este contexto, las empresas de servicios públicos y los proveedores de energía se están desplazando hacia la Industria 4.0, con un objetivo final: una gestión energética más eficiente.
Siguiendo este camino, los productores de energía tendrán muchos más datos para analizar gracias a IoT, lo que les ayudará a satisfacer las demandas de energía con menos tensión en la red. Y la tecnología inteligente también refinará los procesos operativos basados en datos de sensores que monitorean las necesidades de electricidad.
Otro componente de esta transformación es la inclusión de energía limpia y renovable, que puede proporcionar electricidad adicional a las empresas cuando la demanda supere la oferta de recursos tradicionales.
“La Industria 4.0 está trayendo cambios cualitativos en la gestión de la energía y los servicios públicos que apuntan a soluciones más confiables y sostenibles. Se espera que la información disponible para la gestión de la energía abra la puerta a costos más reducidos para los servicios públicos y efectos más ecológicos en el medio ambiente. Y también que genere oportunidades para que las compañías establezcan nuevos modelos comerciales. Desde la compañía apoyamos y colaboramos para incorporar estas soluciones y tecnologías en el sector”, finaliza Fernández de BGH Tech Partner.