Miles de argentinos que son descendientes de italianos se acaba de quedar, definitivamente, fuera de la posibilidad de obtener la doble nacionalidad al convertirse en ley el proyecto encabezado por el gobierno de Giorgia Meloni para poner límites al acceso del pasaporte de ese país.
La Cámara de Diputados apoyó con 137 votos contra 83 rechazos esta iniciativa que deja la posibilidad de acceder a la ciudadanía italiana solo a hijos y nietos de quienes hayan nacido en ese país. Los demás vínculos quedan fuera de toda chance a partir de la vigencia de esta reforma.
Ciudadanos de distintos países, también descendientes de italianos, encabezaron distintas protestas y gestiones tendientes a evitar que esta idea prosperara. Sin embargo, en poco más de un mes, el gobierno central encontró avales tanto de su Senado como del Congreso.
Se estima que solo en Argentina uno de cada dos habitantes tiene o puede establecer algún vínculo de descendencia de italianos, en distintos niveles de generaciones. Esa cadena estaba abierta y aparecía infinita hasta que se estableció esta flamante modificación.
De acuerdo al proyecto aprobado, los cambios que ya rigen para la obtención de la ciudadanía italiana son los siguientes:
Límite generacional: solo pueden solicitar la ciudadanía los hijos o nietos de italianos, dejando fuera a quienes la reclamaban por bisabuelos o tatarabuelos.
Ciudadanía para menores: los hijos de italianos menores de edad deberán contar con una declaración expresa de sus padres y al menos dos años de residencia legal en Italia.
Ciudadanía por matrimonio: el trámite deberá resolverse en un plazo máximo de 24 meses.
Recuperación de ciudadanía: los exciudadanos nacidos o residentes por al menos dos años en Italia podrán solicitarla entre julio de 2025 y diciembre de 2027.
Sin retroactividad favorable: quienes hayan iniciado el proceso antes de la ley pero no lo hayan finalizado, también quedan sujetos a las nuevas restricciones.
Mar del Plata es una de las ciudades donde mayor porcentaje de descendientes de italianos hay entre la población. La dificultad para acceder a turnos para tramitar ciudadanía fue siempre una constante, así como también las complicaciones surgidas a partir de la intervención de gestores o terceros, con cobro de trámite en valores importantes.
Varios de los que tenían avanzada esta instancia, ya sea la de conseguir un turno o bien poner la gestión del expediente en marcha, han quedado a mitad de camino con esta normativa en vigencia.
Fuente:Ahora Mar del Plata