En el marco de su viaje a Villa Gesell para presidir una nueva misa en recuerdo de Fernando Báez Sosa, el obispo Gabriel Mestre subrayó la fortaleza de los padres de Fernando por exigir justicia y no venganza.
En ese contexto, el obispo expresó: «Nuestro objetivo es seguir acompañando como lo hicimos desde el principio. Celebré la primera misa al mes del asesinato, luego en el primer y segundo año, y esta vez acompañaré desde la fe sumándome a lo que los padres realizarán en Dolores, pero en Gesell, donde Fernando fue brutalmente asesinado».
En cuanto al significado que tienen para la iglesia católica los hechos constantes de violencia entre jóvenes, manifestó: «Uno de los objetivos de la oración y la misa es pedir para que podamos romper con este espiral de violencia y por la capacidad de ser artesanos de la paz, revisando las causas de la misma, donde todos debemos preguntarnos si hay una dosis de ella en nuestro corazón y en nuestros vínculos».
Por ello, remarcó que junto al pedido de justicia y el eterno descanso, debemos «analizar cuáles son los mecanismos que hay que llevar adelante -desde la fe- para terminar con la violencia».
En el contexto de las peleas en las salidas de los boliches marplatenses, Mestre destacó: «La positiva visibilización de este caso nos debe llevar a la reflexión y a la acción concreta en clave educativa, tanto en casa como en la escuela. Los padres de Fernando son un ejemplo por no pedir venganza y sí justicia».
Por último, cabe aclarar que la misa será de campaña porque se trasladarán desde la parroquia al escenario y allí, entre tantas personas que pasarán por la zona, celebraran un acto de memoria donde participará gente de la comunidad cristiana católica de Gesell y quienes se quieran sumar al recuerdo de Fernando Báez Sosa.
FUENTE: El Marplatense
