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HUELLA Y REFLEJO EN CASA BRUZZONE

Quedó inaugurada durante la noche del sábado 12 de enero la Exposición de Grabados “Huella y Reflejo” en el Museo Casa Bruzzone ubicado en la reserva forestal El Grosellar. La misma presenta una serie de litografías de mediados de la década del sesenta de importantes exponentes de la plástica del momento como: Alonso, Badíi, Berni, Bruzzone, Castagnino, Juárez, Seoane, Urruchúa, entre otros. Esa noche se inauguró el nuevo espacio de exposiciones con la muestra de las artistas marplatenses Daniela Santamaría, Florencia Reisz y Mariana Pellejero.

La propuesta pensada en dos espacios bien diferenciados, uno tradicional y otro contemporáneo, invita a repensar los límites y alcances del grabado desde mediados de la década del sesenta a la actualidad, desde sus continuidades y rupturas. La pregunta inicial cobra relevancia en la medida en que podamos establecer un diálogo entre imágenes de muy diversa factura y distantes en el tiempo, que se ofrecen contrapuestas y a la vez cercanas.

La exquisita colección de litografías que pertenecieron al maestro Bruzzone, y que hoy son por primera vez expuestas en conjunto, nos acercan a un momento de la gráfica argentina en donde lo experimental estuvo puesto al servicio de la imagen, para potenciar su carácter narrativo y poético. Subyace en estas estampas la tradición técnica del grabado, junto con la libertad expresiva que permite la litografía. La muestra nos dispone ante un tiempo pasado, en donde la disciplina desbordó la rigidez técnica y se convirtió en un medio apropiado para multiplicar las imágenes de conocidos exponentes de la plástica de la época.

La propuesta del espacio contemporáneo tensiona y cuestiona las categorías artísticas, desde la concepción del espacio, su montaje y la desmaterialización aparente de algunas de sus obras. Se adivina en las tres artistas su matriz de formación como grabadoras, algo que persiste en los procedimientos o materiales y soportes elegidos, pero que a su vez desborda la idea de original múltiple y los procesos tradicionales de estampado, montaje y exposición.

Desde la instalación performática de Florencia Reisz, hasta el site specific desarrollado por Mariana Pellejero, y atravesando la serie de “Pieles” que nos brinda Daniela Santamaría, la alusión permanente al universo del grabado se hace presente mediante huellas, transparencias y reflejos. Sin embargo, hay también una lejanía, una insistencia en desbordar la disciplina para trascender hacia una serie de obras que se resisten a ser parte de una categoría.

El tiempo es una de las variables que las tres artistas ponen en juego a la hora de desarrollar sus propuestas. La duración temporal en el caso de la performance y el video, es decidida por la artista. En la delicada y meticulosa colocación y sucesión de matrices y papeles, persiste el amor y respeto por el material. La temporalidad se hace elástica, la duración de cada imagen se acelera o ralentiza en la conformación de las distintas geometrías. Mientras que en el caso del site specific, el tiempo será el encargado de modificar los reflejos de luces azuladas sobre la pared, y generar infinidad de imágenes posibles, sujetas al azar. La obra dialoga con una “matriz” sin estampar, dispuesta sobre el muro. La coloración azulada se emparenta con la obra lumínica y genera el contraste evidente entre un soporte concreto y tangible, y el otro más etéreo y por momentos efímero. En las “Pieles”, la temporalidad está presente como transcurso, en la idea de huella y registro de su paso. El montaje es sutil sobre la pared, sin dispositivos que estructuren el soporte o nos aíslen de su tactilidad. Tiempos superpuestos metódicamente, en el recorrido y las huellas del dibujo azaroso, de líneas dadas por la costura, y otras generadas por los plegados, prensados y entintados del material. En la superposición de surcos y pliegues, se adivina el transcurrir del trabajo constante.

Pensar la obra gráfica de “grandes maestros varones” en diálogo permanente con estas “discípulas rebeldes y transgresoras” en una de las puntas de este ovillo. Dinamizar y potenciar el grabado y sus estrategias poéticas. Tensionar entre la realización manual y la seriación industrial, entre tradición y experimentación, podrían ser ejes para abordar esta muestra, que por un lado nos deja satisfechos y por otro nos intranquiliza, y nos invita a seguir pensando la producción y exhibición de obras a nivel local.

La exposición podrá visitarse hasta el mes de Febrero los días jueves, viernes y sábados en el horario de 17 a 20,30 hs.

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