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«La Boston» cierra sus puertas: historia de una cafetería emblema de Mar del Plata

Tras 66 años de atención a vecinos y turistas que la eligieron como la confitería con las mejores medialunas de Mar del Plata, este lunes «La Boston» cerrará sus puertas para siempre.

Fundada en 1958 por Fernando Álvarez y Miguel Potrone, su primer local abrió en Buenos Aires entre Belgrano y Moreno. En principio, sus creadores pensaron a esta confitería como un bar tipo americano, con mesas y sillas de madera y sillones para formar espacios reservados.

Poco a poco, «La Boston» ganó prestigio y sus medialunas se hicieron famosas en la ciudad. Tanto gustaban a sus clientes que surgió la necesidad de consumirlas en sus propias casas, lo que hizo que sus dueños crearan una especia de «kiosco» para poder abonarlas y retirarlas. Además, la firma sumó mozos a su funcionamiento para brindar un mejor servicio.

A las tradicionales medialunas se sumaron otros productos y el crecimiento de «La Boston» no paró. Sin embargo, recién en 1997 abrió una nueva sucursal en la zona de Playa Varese, en la Costa y Urquiza.

La demanda era tal que la firma debió abrir un nuevo local en la zona norte de Mar del Plata, en Avenida Constitución y Manuela Pedraza, que a su vez significó el nacimiento de una nueva planta de elaboración de productos.

Ya entrada la década del 2000, «La Boston» llegó a los principales centros comerciales de la ciudad: en 2001 abrió una cafetería en el shopping «Paseo Diagonal» y en 2006 hizo lo propio en el shopping «Los Gallegos».

Por último, en 2011 surgió una nueva sucursal en la calle Güemes. A partir de ese momento, la empresa tuvo seis locales distribuidos en las principales zonas comerciales de Mar del Plata.

La debacle de esta historia inició en 2016, cuando Osvaldo Amado y Clemente Herrera, segunda generación de la familia fundadora, vendieron junto a Teresa Haydeé Castro y su hermana Marta Delia Castro la firma Pastelera Tecomar S.A. a los hermanos Juan Manuel y Pablo Lotero y los austríacos Carl Ludwig y Aston Schonfeldt.

Los nuevos accionistas heredaron una sociedad que se encontraba en estado de cesación de pagos. Sin embargo, anunciaron un impresionante plan de expansión de la marca a más de 100 confiterías en todo el país y el desembarco a otros países en un plazo de cinco años.

Nada de eso se concretó y comenzó el despido de empleados y los cambios en el funcionamiento y el menú de la empresa. El conflcito escaló hasta que en 2018 los trabajadores tomaron las sucursales de la calle Buenos Aires y de Varese por acumular varios meses sin cobrar sueldos. Por un fallo judicial, fueron desalojados tras vender café y medialunas en las veredas de los establecimientos.

Finalmente, los nuevos dueños presentaron un pedido de quiebra y la Justicia dispuso la figura de un síndico para administrar la empresa y sostener las fuentes de trabajo que quedaban. En los últimos días, los hermanos Lotero resolvieron las causas judiciales que pesaban sobre ellos (quiebra fraudulenta, defraudación agravada por vaciamiento de empresa, e insolvencia fraudulenta) y recuperaron el liderazgo de la firma.

Una vez resuelta esa instancia, comunicaron a los trabajadores que sostuvieron los locales de Buenos Aires y Constitución que este lunes 30 de septiembre será el último día que prestaran sus servicios a «La Boston». Los empleados dieron a conocer la noticia a los clientes en un sentido mensaje en las redes sociales.

«Hoy nos toca despedirnos… Después de 60 años compartiendo momentos, sabores y tradiciones con ustedes, y 6 años de lucha, queremos agradecerles desde lo más profundo de nuestro corazón por haber sido parte de esta historia. Cada café servido, cada medialuna horneada, cada charla compartida en nuestras mesas. Todo ha sido posible gracias a ustedes, nuestra familia extendida. Ustedes hicieron de La Boston más que una confitería, la hicieron su hogar«, postearon.

«Hoy decimos adiós, pero no sin antes agradecer a todos los que nos acompañaron en este hermoso viaje. Nuestros clientes, nuestros amigos, nuestro equipo… Cada uno de ustedes ha sido parte esencial de lo que La Boston llegó a ser. Las puertas de nuestra confitería se cerrarán, pero los recuerdos, los momentos y el cariño permanecerán por siempre. Nos llevamos en el corazón cada sonrisa, cada conversación y cada encuentro que hicieron de La Boston un lugar especial», agregaron.

«Gracias por habernos permitido ser parte de sus días, sus momentos importantes, sus reuniones familiares y sus charlas con amigos. Gracias por acompañarnos hasta el final. Nos despedimos, pero el sabor de los buenos recuerdos siempre quedará«, finalizaron. El cierre de una gran historia de un emblema de Mar del Plata.

Fuente: MI8

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