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La falta de empatía hacia las personas sordas y la necesidad de implementar la lengua de señas

La lengua de señas es una base fundamental para la comunicación con personas sordas. Los intérpretes cumplen un rol especifico que se crea como puente entre dos lenguas en las que suceden intercambios comunicativos en simultaneidad, para su entendimiento. Para las personas que padecen de la carencia auditiva es muy difícil interactuar y ejercer su rol como ciudadanos en un mundo donde son excluidos.

Portal Universidad dialogó con Graciela Rioja, Especialista en DDHH y educación, estudiante de interpretación en la universidad de Villa María, Córdoba, e intérprete empírica en Lengua de Señas Argentina-español, quien destacó la importancia de este sistema y cuál es su rol. “Son lenguas visuales, tenés que mirar para comprender. El canal de producción es todo el cuerpo, intervienen las manos, el rostro, los gestos, los movimientos corporales. Hay que estudiar formalmente ambas lenguas, la lengua de señas y el español y hay que estudiar interpretación entre ambas para las equivalencias lingüísticas y culturales”, explicó.

“No se es intérprete por conocer la lengua de señas. Con las manos se realizan las señas, pero las claves de los discursos se encuentran en el rostro, la cantidad de gestos que pertenecen a cada seña y en la gramática propia de la LSA”, resaltó.

Como un idioma, cada país tiene su propia lengua de señas, inclusive en algunos lugares hay más de una. “Las lenguas de señas se producen cuando un grupo humano en constantes de tiempo y espacio generan esta comunicación: son signos lingüísticos conformando una lengua como un todo, que tiene estatus de lengua”, dijo.

La intérprete declaró que “es importante como cualquier segunda lengua que una persona pueda incorporarla. Existe un grupo humano en nuestro país hablante de Lengua de Señas Argentina, entonces puede pasar que nos encontremos con personas sordas usuarias de lengua de señas y no podamos entablar una conversación”.

Haciendo referencia al rol del Estado mencionó que “tiene otras implicancias como cuidar al ciudadano siendo garante de sus derechos, debe procurar accesibilidad en Lengua de Señas Argentina a la comunicación e información para todas las personas Sordas usuarias de LSA habitantes del territorio argentino”.

El rol del interprete
Hace 40 años el rol del intérprete era tomado por familiares y amigos de las personas sordas, y con el tiempo, se fueron formando en una profesión. Actualmente existe la carrera universitaria como “Técnico en Interpretación de Lengua de Señas Argentina-español”. “Interpretar es un hecho que ocurre al menos entre dos lenguas. Se le llama lengua meta hacia la que interpretas, y de partida desde la que interpretas”, destacó.

“Un intérprete con formación, puede interpretar de manera directa o inversa. Es una tarea interlingüística e intercultural, una mediación”, expresó.

Ante la pregunta sobre la necesidad de personas que se dediquen a esto, Rioja comentó que “faltan intérpretes académicamente formados. En general hay interpretes empíricos que solo tienen reflexiones de la práctica”.

La Asociación de Sordos tiene solicitada a la Universidad Nacional de Mar del Plata la creación de la Tecnicatura y está en proyecto. Se desarrollaría en la Facultad de Cs. de la Salud y Trabajo Social, en conjunto con la Facultad de Humanidades.

La problemática de la comunicación desde adentro
Portal Universidad realizó una videollamada con María Cristina Rojas, prosecretaria de ASMAR y diplomada en interpretación en Lengua de Señas Argentina-español en la UBA, y con María Gabriela Rojas, presidente de ASMAR y Técnica Universitaria en acompañamiento terapéutico. En tanto, Graciela Rioja fue nuestro nexo para la interpretación.

¿Dónde no se sienten incluidos?
Gabriela explicó que “las personas sordas somos todas diferentes, algunos usuarios de lenguas de señas, otros de comunicación casera, otros implantes. Algunos pueden sentirse incluidos y otros no en base a estas diferencias”.

Un claro ejemplo al que se refiere la presidenta de ASMAR es que “en un teatro, el aro magnético que se está colocando para la accesibilidad, no incluye a las personas sordas usuarias de la lengua de señas”.

Por su parte, Cristina mencionó que “hay situaciones con enormes barreras en diferentes ámbitos. Es importante que la sociedad en general comprenda lo que significa la comunidad sorda y que tenemos una comunicación diferente”.

“Las personas sordas nos manejamos con lo visual, es como si nuestra oreja se posara en nuestros ojos como binoculares que nos amplían todo el campo visual”, destacó. A lo que agregó que “la sociedad tiene miedo de acercarse a las personas sordas”.

¿Dónde es de suma urgencia que haya inclusión?
Cristina destacó que “todo es urgente. Todo lo que la persona puede hacer llamando por teléfono”. A lo que afirmó que “es importante comprender que, dentro de cada ámbito, trabajo, salud, público, comisarias, tiene que estar el trabajo de un equipo de interpretación formado por intérpretes técnicos oyentes y asesores técnicos sordos académicamente preparados para la labor”.

En cuanto a la enseñanza de lengua de señas, “solo las personas sordas formalmente certificadas están preparadas para ejercer el rol de instrucción de su propia lengua”, agregó

“Ojalá que la sociedad en general pueda despertar, que nos tome como personas naturales, que se acerquen a las personas sordas. Necesitamos discusión e información, la información no llega al mismo tiempo, nos llega tarde, estamos vacíos de información y no queremos que eso siga pasando”, detalló.

A su vez, Gabriela afirmó que “en el ámbito de la salud, la justicia, en todo organismo privado y público. Es primordial para las llamadas de emergencia, ante un accidente ¿qué hacemos?”.

“En la ciudad está el COM, pero no tenemos acceso por videollamada, no hay una línea de WhatsApp donde atienda un intérprete”, expresó.

Haciendo referencia a las denuncias y hechos de violencia de género que suceden en todos los ámbitos, explicó que “es súper urgente para las denuncias en comisarías. Las personas sordas ni siquiera van, se ponen muy nerviosas y se quedan trabados en lo que le pueda pasar”. Además, señaló que “cuando una persona sorda mujer quiere hacer una denuncia en la comisaria o llamar al 911 es imposible. No hay acceso por videollamada con intérprete a estos servicios”.

“Falta ponerse en nuestro lugar, falta empatía”, enfatizó la presidenta de ASMAR.

Otra de las mayores problemáticas con las que se encuentran son las consultas médicas, “no se puede llamar a un voluntario que sepa lengua de señas e intente ayudar, ¿y si se equivoca?”, comentó.

Además, expresaron que “cuando vamos a un lugar donde hay turnos es importante que haya un display donde se muestren los números, y no que se llame de manera oral. En muy pocos lugares me siento incluida”, afirmó Gabriela.

Por otro lado, hizo hincapié al rol de los ciudadanos e indicó que “tenemos muchas ganas de compartir con la sociedad, hacer sentir nuestra presencia y el camino se hace en paralelo oyentes y sordos”.

A todo eso, Cristina destacó que “falta acompañamiento en los sectores de la sociedad, instruir a las familias. Todo eso es educación”.

Por último, dieron una serie de claves para dialogar con ellos y explicaron que “si quieres comunicarte y aún no sabes lengua de señas, podés usar escritos, hablar despacio, de frente, la luz de frente en tu rostro y no es necesario gritar ni modular de sobremanera”.

FUENTE: Portal Universidad

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