La variación acumulada de 2025 alcanzó el 27,9%, mientras que la interanual se posicionó en el 31,4%, según INDEC.
La inflación de noviembre se aceleró por tercer mes consecutivo y se ubicó en el 2,5%, su mayor nivel en siete meses, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El dato del undécimo mes del año estuvo influido por el incremento sostenido en el precio de la carne. La variación acumulada de 2025 alcanzó el 27,9% y la interanual se posicionó en el 31,4%.
El rubro con mayor aumento fue el de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+3,4%), impulsado por el incremento en las tarifas de servicios públicos, transporte (+3%) por subas en el boleto de colectivo y subte en el Gran Buenos Aires (GBA), y alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,8%), con un fuerte componente de carne y frutas.
Las consultoras Equilibra y EcoGo, y Adcap Grupo Financiero coincidieron en que la medición del IPC se ubicaría en 2,5%.
Por su parte, el firme avance de los alimentos impactó de lleno en la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina la línea de indigencia: saltó 4,1%, un récord desde marzo.
«El punto más negativo de este dato es que después de mucho tiempo el aumento de algunos alimentos sensibles como las frutas, la carne y aceites, que tienen un impacto directo en el costo de la canasta básica, y en la indigencia«, señaló María Castiglioni, economista de C&T Asociados. Así, una familia «tipo» necesitó $566.364,43 para no ser considerada indigente.
«El dato relevante es que la inflación interanual por primera vez en 18 meses se aceleró a 0,1 puntos porcentuales, casi nada, pero lo concreto es que ya cuando uno mira 12 meses para atrás tenés más inflación actualmente. En noviembre de 2024 la inflación fue 2,4% y el de este año fue 2,5%. Entonces, es más complejo desinflar la economía en este nivel», subrayó el economista Gonzalo Carrera de Equilibra.

En tanto, la inflación núcleo se aceleró al 2,3%, reflejando especialmente el aumento de precios en alimentos, mientras que los regulados alcanzaron el 2,9%, impulsados por alzas en combustibles y servicios públicos. Los estacionales, por su parte, se ubicaron en el 0,4%.
«Creo que noviembre fue un poco un mes de correcciones. Después de la volatilidad que vimos en octubre con las elecciones y ya con una macro un poco más tranquila, vimos algunas subas en segmentos que habían quedado algo atrás. En particular se destacaron los aumentos en tarifas, transporte y combustibles, por el lado de los regulados. Pero también en productos como la carne, donde el novillo venía marcando subas bastante por encima del precio al mostrador», analizó Rocío Bisang, economista de EcoGo.
¿Qué se espera para diciembre?
Las primeras estimaciones de diciembre ubican la inflación en 2,3%, según proyectó Federico Filippini, head of research & strategy de Adcap Grupo Financiero, «con riesgos sesgados al alza por incrementos en precios regulados y alimentos».
A su vez, desde EcoGo prevén que en diciembre la inflación se mantenga en niveles similares. «Por el momento manejamos una estimación del 2,3%, un poco por la dinámica propia de esta época del año, donde el consumo tiende a aumentar y otro poco por las subas en regulados como transporte y combustibles que están teniendo bastante impacto este mes también», resaltó Bisang.
«Los datos de la primera semana de diciembre muestran una nueva aceleración de los precios, con gran influencia de la carne, pero una moderación en lo que va de la segunda», sumaron desde C&T Asociados. En ese sentido, Castiglioni sumó que ya prevén que la variación interanual se ubicaría por encima del 30%.
Desde Aldazabal y Cia, resaltaron que proyectan que el proceso de desinflación gradual «se retome durante el primer trimestre de 2026». «No obstante, la reciente relajación monetaria y la posibilidad de un cambio en el esquema cambiario podrían generar presiones temporarias adicionales y ralentizar el ritmo de convergencia», enfatizaron.
De cara al año que viene, desde Equilibra mencionaron que la inflación «pasó de un régimen de alta inflación, superior al 50% anual a la zona del 30%, lo que va a ser un logro de este Gobierno. Pero ahora resta una parte muy difícil que es bajar una inflación moderada. En la Argentina convivimos con esa inflación entre el 2007 y el 2021, un IPC entre 25% y 40% anual, que es lo que tuvimos en esos años. Los años que se devaluaba llegaba al 40% y los que el peso se apreciaba se ubicaba en el 25%, pero esos eran los intervalos e inflaciones más complejas».
Y agregó: «Los casos de desinflación exitosa son más duraderos, más arduos y largos, como el caso de Chile y Colombia. Lo interesante sería ver qué pasa estas semanas. Nosotros estamos cerrando el dato semanal, hoy estamos estamos estimando un IPC de 2,5% para el mes de diciembre porque la carne sigue al alza, al igual que los regulados y esta semana se le sumaron incrementos del tabaco, las ya anunciadas de transporte público, electricidad y gas. En ese marco, la inflación tiene un piso inercial alto«.
Fuente: Ámbito








