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La insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en Argentina

Un estudio reveló que el 63% de la población está insatisfecha con el sistema. Entre los participantes crece la sensación de que es ineficaz para garantizar derechos esenciales.

El pasado lunes el Pew Research Center difundió un estudio realizado entre el 14 de mayo y el 12 de agosto de 2018, donde 30.133 ciudadanos de 27 países, incluida la Argentina, fueron consultados acerca de sus percepciones sobre diversos temas como el estado de la democracia y de la economía del país, el rol de élites políticas y del sistema judicial, así como otros temas sociales y deseguridad.

Los principales resultados del estudio revelan que las visiones acerca del funcionamiento de la democracia en sus respectivos países están divididas, ya que el 51% de los consultados está desencantado contra el 49% que está satisfecho; consideran que el sistema judicial no trata a todos los ciudadanos por igual (53%); que no se garantiza la seguridad pública (64%); están de acuerdo acerca de que la mayoría de los políticos son corruptos (54%); que una vez elegidos no son capaces de dar respuesta a las demandas de la ciudadanía (61%) y que no importa quien gane una elección, la situación no cambiará demasiado (60%). Por el otro lado, en contraste con este panorama pesimista, concuerdan que el derecho a la libre expresión está garantizado (62%) y que la mayoría tiene chances de mejorar su estándar de vida (57%).

Argentina, se encuentra alejada de los promedios globales en la mayoría de las variables analizadas. Respecto de la evaluación de la performance del sistema democrático, el 63% de los argentinos se encuentra insatisfecho contra el 35% que está conforme.

En comparación con las mediciones de 2017, la insatisfacción creció en 2018 y la Argentina no escapa a esta regla: pasó de 54% al 63%.Los países más satisfechos son Suecia y Filipinas con 69%, seguidos por Indonesia con el 65%, mientras que los más disconformes son México, Brasil y Grecia, con 14% y 16% respectivamente.

Los números para nuestro país se explican en parte por el hecho de que Argentina está atravesando la quinta recesión en una década y el desarrollo recurrente de crisis tras crisis erosiona la satisfacción que existe para con la democracia. Sin embargo, en comparación con los otros dos países de la región relevados en el estudio, México y Brasil, aún persiste en nuestro país un nivel superior de aprobación.

Los procesos políticos y económicos complejos por los que atraviesan estos dos países han eliminado casi por completo la confianza en el sistema democrático, en ambas naciones el nivel de satisfacción es la mitad que el que existe en Argentina. Esto se encuentra en sintonía con otro hallazgo del informe de Pew Research: la fuerte correlación que se da entre la evaluación de la situación económica del país y el desempeño democrático: los que evalúan negativamente la situación económica son más propensos a estar insatisfechos con el modo de funcionar de la democracia, observándose esta relación en 24 de los 27 países participantes. Por ejemplo, el 67% de los argentinos que afirman que la situación económica actual es mala, también están insatisfechos con el desempeño de la democracia del país, en comparación con el 47% de los que creen que la situación económica es buena. En México, el 91% de los que evalúan negativamente la economía también está desencantado con la democracia, contra el 69% que está satisfecho. En Brasil (así como en Grecia y Túnez), el porcentaje de los que dicen que la economía es buena es tan bajo que esta relación no puede ser analizada.

La insatisfacción crece al preguntar a los argentinos acerca de la Justicia en nuestro país: 8 de cada 10 no aprueban el funcionamiento del sistema judicial y concuerdan en que no se trata a todos los ciudadanos por igual,contra apenas el 18% que está conforme. Estos porcentajes ubican a la Argentina muy por encima del promedio global (53%) y en el último lugar entre los 27 países evaluados, siguiéndola muy de cerca Corea del Sur, también con 78% de insatisfacción, pero con 22% de conformidad y España con 77% y 22% respectivamente. Para los otros dos países de la región que participaron en la encuesta, el descontento es más alto: para Brasil es del 72% y para México, 63%. Entre los más satisfechos se encuentran Indonesia, con 74%, Países Bajos con 68% y, en tercer lugar, Alemania con 64%.

En otra variable donde la Argentina se encuentra 20 puntos por encima del promedio es respecto de la libertad de expresión: para el 52% de los encuestados, Argentina es un país donde el derecho a la libertad de expresión no está garantizado. Junto con Brasil e Italia integra el podio, al que se suma España, conformando el cuarteto de los únicos países en que la mayoría percibe que la libre expresión no está resguardada. En cuanto a México, las opiniones se encuentran divididas, siendo algo más favorable: para el 51% está protegida, en tanto que para el 48% no.

Otra de las variables en las que Argentina supera al promedio global (61%) está vinculada con los políticos y su desempeño una vez que llegan al poder: para el 79%, una vez electos, no tienen en cuenta las preocupaciones del ciudadano común y sólo 19% opina lo contrario.

Argentina comparte el podio del desencanto junto con Grecia, donde el 90% expresa que los candidatos electos no toman en cuenta la opinión de la gente y Brasil, donde desciende al 78%. Los primeros lugares son para Indonesia, Filipinas y Países Bajos, donde el76%, 71% y 56%, respectivamente, están de acuerdo con que los candidatos, una vez en sus funciones, si atienden las demandas de la ciudadanía.

Además, para el 63% de los argentinos la afirmación “la mayoría de los políticos son corruptos” se ajusta perfectamente a la situación del país, aunque este número lo ubica en la mitad de tabla, puesto que el promedio global de los que opinan que su país puede ser descripto por esta frase es del 54%. Los ciudadanos que consideran más corruptos a sus políticos son los de Grecia (89%), Rusia (82%) y Corea del Sur (75%), en tanto que los más disconformes con esta frase son los que habitan en Suecia, Países Bajos e Indonesia. En cuanto a México apenas el 27% está de acuerdo con esta afirmación, al igual que el 42% de los brasileros, encontrándose ambos países por debajo del promedio general.

En cuanto a la seguridad, otro de los temas evaluados, el 58% afirma que en Argentina la mayoría de las personas vive en áreas donde es peligroso caminar de noche, cifra que posiciona al país entre aquellos que se sienten más inseguros en la vía pública. En efecto, Argentina aparece en compartiendo el cuarto puesto junto con Nigeria, y después de Grecia (66%), Túnez (64%) y Sudáfrica (62%). Sorprende que en Brasil sólo el 35% esté de acuerdo con esta descripción, coincidentemente con el promedio global, y en México apenas el 22%, ubicándolo en el último lugar del ranking.

En un contexto caracterizado por el recrudecimiento de la crisis económica y de la inestabilidad cambiaria; por la incertidumbre acerca del rumbo de la economía, acompañada por la electoral;con inéditos niveles de pobreza superiores al 32% y con una inflación que no da tregua, es lógico que el 55% de los argentinos consultados descrea que mejorará su calidad de vida en el corto plazo. Pero, a pesar de estar 16 puntos por sobre el promedio global, la Argentina no se encuentra entre los países más pesimistas, siendo Grecia (75%), España (73%) e Italia (68%) los que lideran el podio. En Brasil, aquellos que creen que su país es uno en el que la mayoría de las personas no pueden mejorar su nivel de vida alcanzan al 52%, mientras que ese número en México decrece al 41%.

Sin embargo, en el único tema evaluado en que Argentina se encuentra por debajo del promedio y en el que se observa una llama de esperanza es respecto de las expectativas de cambio con cada elección. Aunque en promedio global el 60% manifestó estar de acuerdo con que “no importa quien gane, las cosas no cambiarán demasiado”, los argentinos tienen una opinión dividida: 51% está de acuerdo, contra el 47% que expresa su disconformidad con la frase.Los tres países más desencantados con la política son Grecia (82%), Australia (75%) y Rusia (72%); y entre los más esperanzados se encuentran Brasil, México y España donde 4 de cada 10 aún apuesta al sistema democrático.

Es indudable el descenso cada vez mayor en el nivel de apoyo de la ciudadanía a la forma en cómo funciona el sistema democrático, sumado a la sensación de que resulta ineficaz para garantizar derechos esenciales y dar respuesta a reclamos básicos como la inseguridad, la libertad de expresión, la redistribución de la riqueza o la corrupción, entre otros.

Y las percepciones acerca de la clase dirigente y de los políticos en particular, en rigor de verdad, no ayudan a revertir esta tendencia. Sin embargo, por suerte, todavía persiste la idea de que los problemas se resuelven con más y mejor democracia. Esperemos que el enojo contra los políticos y la insatisfacción económica no termine generando una apatía y desilusión tal que atente contra la participación ciudadana, y termine erosionando la democracia que, con sus imperfecciones es el mejor sistema de gobierno que existe.

Fuente: tn.com.ar

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