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La UE busca crear una «lista segura» de países antes de la reapertura de sus fronteras

Los 27 Estados miembros de la Unión Europea buscan un acuerdo a crontrarreloj, todavía sin éxito, previo al 1 de julio, cuando abrirán las fronteras exteriores a terceros. Bruselas quiere crear una «lista segura» de países cuyos ciudadanos podrán acceder a las naciones del bloque sin poner el riesgo la seguridad sanitaria por la pandemia.

Las fronteras de la Unión Europea (UE) permanecen cerradas desde el 16 de marzo y abrirán el próximo miércoles 1 de julio para miembros no comunitarios. Sin embargo, los 27 socios de la UE no han acordado qué terceras naciones podrán atravesar sus fronteras. El debate gira en torno a si la situación sanitaria por el coronavirus se considera segura y de momento solo se permitirá la entrada a ciudadanos extracomunitarios procedentes de varios países.

El pasado viernes, los Estados miembros intentaron sin éxito llegar a un acuerdo para crear una lista de países autorizados, pero las negociaciones siguen en marcha y a contrarreloj ante la falta de acuerdo, que llevó a la presidencia de la UE -ostentada por Croacia- a abrir una ronda de consultas entre las capitales hasta el sábado por la tarde.

Sin consenso sobre los criterios y la lista detallada de naciones, los socios comunitarios han seguido dialogando este domingo, con el fin de llegar a un plan final el lunes y poder poner en marcha el procedimiento por el que cada Estado miembro debe aprobarlo por escrito.

Los países confían en tener la mayoría necesaria para respaldar el texto antes del 1 de julio, indicó a la agencia EFE una fuente diplomática. La intención de la UE con este plan es que la reapertura de sus fronteras exteriores se realice de forma limitada y escalonada, primando a aquellas naciones cuya situación epidemiológica sea similar a la del continente europeo.

¿Qué países se contemplan en la lista de reapertura?

La Unión Europea planea autorizar la entrada a los ciudadanos de Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Uruguay, Ruanda y China, donde se registró el primer contagio por el coronavirus. El gigante asiático debería admitir también la entrada de ciudadanos europeos a sus fronteras, que por ahora tienen prohibida la entrada.

Por otro lado, quedarían fuera de esta reapertura los ciudadanos procedentes de Estados Unidos, actual epicentro de la enfermedad con más de 2,5 millones de contagios y 125.714 decesos. Washington también vetó la entrada a los ciudadanos europeos cuando Europa era el centro de la pandemia.

También dejaría fuera países como Rusia (el país con más contagios registrados de Europa), Arabia Saudí y buena parte de América Latina, debido al fuerte repunte de casos en los países latinoamericanos, especialmente Brasil.

Bruselas considera retirar del “veto” a las naciones con una situación similar a la europea

La propuesta inicial de Bruselas para armonizar este proceso era que los miembros de la UE seleccionasen juntos a qué países debían levantarse las restricciones siguiendo criterios como «la situación sanitaria, la capacidad de aplicar medidas de contención durante los viajes y consideraciones de reciprocidad».

Extremar las medidas de precaución, elevar su nivel de vigilancia, testeo, rastreo de contactos y su publicación de datos sobre el avance del virus, son algunos de los criterios en torno a los que giran las conversaciones. Haciendo hincapié en la fiabilidad de la información que facilitan los Gobiernos para tener una visión real de la situación epidemiológica.

Los países terceros deben cumplen esos criterios y se evaluará la situación sanitaria, como el número de nuevos casos de Covid-19 por 100.000 habitantes en 14 días esté por debajo de la media europea a fecha de 15 de junio y que la tendencia de contagios sea descendiente o estable, entre otros.

Las fronteras exteriores están cerradas desde el 16 de marzo debido a la pandemia

La Unión Europea cerró de forma extraordinaria sus fronteras el pasado 16 de marzo durante 30 días para contener la expansión de la pandemia, una medida que ha sido prolongada en varias ocasiones.

Si bien las competencias en el control de las fronteras están en manos de los gobiernos nacionales, la UE quiere coordinar la reapertura al exterior para evitar el descontrol que se sucedió al inicio de la pandemia, cuando cada Estado cerró unilateralmente sus puertas.

Ante el progresivo desconfinamiento de las naciones del bloque comunitario, la Comisión Europea recomendó a los Estados abrir sus fronteras con otros países comunitarios a partir del 15 de junio, pero se teme que si cada uno autoriza las llegadas del exterior de forma individual, acaben reintroduciéndose controles internos en el espacio de libre circulación Schengen (espacio libre de fronteras) para prevenir la propagación del Covid-19.

De los 172 países a los que se les permitía la entrada antes de la pandemia, la UE plantea que solo una quincena puedan acceder por ahora al interior de sus fronteras. El listado se irá flexibilizando y se revisará periodicamente, en principio cada dos semanas.

En cualquier caso, el cierre de las fronteras no ha afectado a los ciudadanos de la UE y Schengen y sus familiares, así como los nacionales de terceros países que sean residentes de larga duración en la UE, el personal sanitario y científico trabajando contra la COVID-19, las personas que transportan mercancías, los trabajadores fronterizos y los temporeros agrícolas.

Fuente: france24.com

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