La Fundación Mundo Marino asistió a 363 animales lastimados o con problemas de desnutrición. Plástico y enmalle en redes de pesca, entre las principales amenazas.
Un balance realizado sobre el registro total de animales hallados que requirieron asistencia profesional, o que, al ser hallados sin vida, reveló datos alarmantes sobre la fauna marina: de un total de 363 animales -entre mamíferos y reptiles marinos, y aves – 330 evidenciaron algún tipo de afección vinculada directa o indirectamente a la interacción con el ser humano.
Según el informe, realizado por la Fundación Mundo Marino, la desnutrición fue uno de los factores con mayor incidencia, registrándose 72 casos. Esta afección fue particularmente llamativa en los lobos marinos ya que en los últimos años aumentó la cantidad de estos animales que aparecieron en nuestras costas con este tipo de cuadros.
“La falta de alimento puede estar ocasionada por la sobrepesca, incluso por el calentamiento global, que muchas veces altera la distribución de presas, y también podría estar generando floraciones algales tóxicas en lugares donde no solía haber”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y jefe del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino.
Otra de las grandes amenazas que se desprenden del análisis del registro de animales asistidos es el enmalle en redes de pesca activas o en redes fantasma que son causantes de una gran mortandad de diferentes especies marinas en todo el mundo. A pesar de la colaboración de diferentes pescadores artesanales de la región que traen ellos mismos los animales enmallados en sus redes, durante 2018 se registraron 58 casos con consecuencias derivadas de enmalles.
La especie más afectada fue el delfín franciscana de los que se encontraron 41 ejemplares sin vida durante el año pasado. El caso más emblemático ocurrió en enero de 2018 con la aparición de un delfín franciscana y su cría atrapados en una red fantasma.
Una tercera amenaza fue la interacción negativa con plástico, del que se registraron 39 casos. El 20% del plástico registrado estuvo conformado por “restos” de ese material. Es decir, plástico que podría provenir de bolsas, sorbetes o botellas, entre otros residuos del mismo material, pero que por la acción mecánica del sol, el viento y el mar se desintegran hasta convertirse en microplásticos.
Otros residuos abundantes encontrados durante el censo fueron las colillas de cigarrillo que representaron el 16% de los residuos totales detectados. Diversos estudios indican que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce. Solamente en este censo se registraron más de 7.600.
Fuente: Minutouno