El intendente Guillermo Montenegro defendió la postura firme del municipio en la defensa del espacio público y lo destacó en la recuperación de un sector céntrico que originalmente estaba destinado a artesanos y los límites que se están poniendo a los “trapitos” y cuidacoches, en las calles de la ciudad.
“No puede ser que haya diez vivos que tomen el espacio público como algo propio y nosotros naturalicemos que cruzar una plaza es una odisea, o que romper una vidriera no pasa nada”, aseguró en declaraciones a La Nación Más.
En visita a esos estudios resaltó el trabajo que se está haciendo en estos días para hacer cumplir la ordenanza que prohíbe la actividad de limpiavidrios. “Es una extorsión, un delito, y el espacio público es de la gente”, insistió y marcó a aquellos que, por ejemplo, bloquean lugares de estacionamiento y cobran por esas ubicaciones.
“La gente dejó de ser dueña de la calle”, admitió el intendente y destacó que por ese motivo se puso en práctica esta política para recuperar los espacios públicos. “Tenemos una posición muy clara y el espacio es para los vecinos y los que nos visitan”, remarcó y destacó que lo que se tiene que lograr es “vivir sin miedo”.
Aclaró que “no es necesario tener denuncia” para removerlo y destacó que el funcionario público que los retira “es hacer cumplir la ley”. “Es la decisión que tomamos para que la gente viva mejor”, insistió.
Además destacó que en esta época hay gente que viene desde fuera de la ciudad “para generar caos y extorsión en el espacio público”. Citó el caso de “toma dirigida” en El Marquesado y lo comparó con este ingreso de foráneos que realizan este tipo de actividades no permitidas, como el cuidado de automóviles en la calle.
Fuente: Ahora Mar del Plata