Los dos se encuentran “en perfecto estado” de salud, según las autoridades sanitarias.
Ella, que había organizado el baby shower que se convirtió en el foco de contagio que produjo en una semana 28 casos de coronavirus en Necochea, dio positivo. Y en la mañana de este jueves, al salir de la sala de parto, supo que corrió la misma suerte su hijo. Hubo transmisión vertical: nació con COVID-19.
Así lo confirmaron esta noche funcionarios de la Municipalidad de Necochea a Clarín. Se trata del segundo caso informado de un bebé nacido con la enfermedad en el país, tras otro registrado en el Hospital Fiorito, de Avellaneda.
Por esa razón el área de salud municipal había coordinado con la Provincia de Buenos Aires trabajar para analizar la placenta y monitorear a ambos, a la mamá y al recién nacido, a quien llamaron Lorenzo y pesó 3,500 kilogramos.
«Es la primera vez que se asiste a un parto en la ciudad de una mujer con COVID positivo», sostuvo la secretaria de Salud, Ruth Kalle. Además, dijo que «ambos se encuentran en perfecto estado».
De los 29 casos que hay en Necochea, contando al bebé, la mayoría surgió del baby shower. Y alcanzó a otros familiares de la joven mamá. A su esposo, que trabaja en una empresa del puerto de Quequén, por lo que se tuvo que activar un protocolo especial para operar; a sus padres y a uno de sus suegros, también a su hermana, que también está embarazada.
«Pero ese nacimiento se producirá cuando ella haya atravesado la enfermedad», confió una fuente de la comuna a este diario. «También dio positivo y estamos haciendo un seguimiento», explicó.
El caso anterior de un bebé nacido había sido en el Fiorito, de Avellaneda. Lo diagnosticaron con el virus que se contagió de su madre asintomática y lo trasladaron al Hospital de Niños de La Plata.
El baby shower en Necochea se celebró el 23 de mayo en una casa del barrio 9 de Julio, ubicado en la periferia. Hubo por lo menos 30 personas en un dos ambientes pequeño, tomando y compartiendo mates, por lo menos durante dos horas y sin barbijos a la vista, según describieron del área de Salud, encargados de conformar el mapa epidemiológico que, a esta altura, mantiene en aislamiento a 425 personas en la localidad.
A la reunión asistieron dos de los tres hijos de Paula H., la mujer que aquí conocen como «el caso índice», que además se había encargado de confeccionar los souvenirs para el agasajo a Lorenzo. Ella había tenido contacto con «el caso cero», un hombre de 70 años que había viajado a Buenos Aires, donde creen que se contagió.
El hombre, ya de alta en su casa, se hizo un cateterismo (tiene cuatro stent) en el sanatorio Güemes, regresó a su ciudad y desató una serie de contagios que aún no finaliza, puesto que todavía esperan aquí los resultados de más de cien hisopados que fueron enviados al Instituto Nacional de Epidemiología (INE), de Mar del Plata.
El «caso cero» contagió a su hija, Fabiola, de 34 años, a su yerno y a su nieta, de 7 años. Su amiga Paula les trasmitió la enfermedad a sus tres hijos y a su mamá, que tiene 70 años. Al mismo tiempo, una mujer alojada en un geriátrico donde ella trabaja los domingos, de 91 años, dio positivo.
El COVID-19 no distinguió edades en esta localidad que después de dos meses sin casos atraviesa una desdichada saga de contagios, por lo que debió retroceder a la fase inicial, de cuarentena estricta.
Fuente: clarin.com
