Diez días antes del fallido partido de vuelta entre River y Boca el padre de T. lo sorprendió con un regalo especial: por tantos 9 y 10 en el colegio y como una suerte de adelanto de su cumpleaños le había comprado una entrada para ver la superfinal en el estadio Monumental. Al adolescente, fanático de River, todavía le dura la sorpresa. Sus papás pagaron 50 mil pesos por dos plateas. Pero nunca pudieron ingresar al estadio Monumental. Lo más llamativo de todo es que el vendedor es un policía de la Ciudad, que recibió el dinero, vía transferencia, en su cuenta bancaria. Infobae tuvo acceso a los chats de Whatsapp, audios y hasta al comprobante de la operación.
T. cumple 14 años el domingo 9 y juega al fútbol en un equipo de Río Negro, a 20 kilómetros de la ciudad de Centenario, donde vive con su familia. Llegó a probarse en algún club de Buenos Aires pero, aunque lo aceptaron, su corta edad llenó de temores a sus papás, que prefirieron esperar.
Cuando les contó a sus amigos que tenía las entradas, se alegraron por él. Los de Boca lo cargaron: «Vas a ser mufa» le dijeron. Antes de irse tuvo que apurarse para terminar una prueba de Geografía. Con el uniforme puesto, se fue con su madre, Marcela Godoy, hasta el aeropuerto de Neuquén.
Ahí lo esperaba su padrino, también fanático de River, que se había ofrecido a comprar los pasajes aéreos y pagar la estadía en un hotel porteño. El viernes 23, un día antes del partido, aterrizaron en Buenos Aires.
T. nunca cumplió su sueño y ahora vive una pesadilla.
Para comprar las entradas, la familia se contactó con una persona en Buenos Aires. Él no tenía plateas disponibles pero les dijo: «Conozco un poli que siempre tiene». Y les pasó el teléfono de Pablo J. Bordon Almirón, un ex integrante de la Policía Federal que ahora cumple funciones en la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, según pudo comprobar este medio en fuentes oficiales.
Después de varios llamados, curiosamente el efectivo pidió que le depositaran el dinero en su cuenta del Banco Ciudad y pactó entregar las entradas a un conocido de la familia, cerca de un shopping de la ciudad de Buenos Aires.
El depósito se hizo el 16 de noviembre a las 13:30. El comprobante de la operación, al que tuvo acceso Infobae, es por un total de 50 mil pesos.
El sábado 24 de noviembre, T. hubiera jugado con la casaca de Cipolletti la semifinal de la Liga Confluencia contra Argentinos del Norte, de General Roca. Por la final de la Copa Libertadores el partido se pasó al domingo 25. Siempre titular, el adolescente tuvo que hablar con su DT. «Andá y disfrutá», lo alentó su entrenador, y le dio vía libre para que aprovechara la oportunidad de ver una final «única».
Pero cuando T. llegó con su padrino a la puerta del Monumental empezó la pesadilla. Los pararon en el molinete y les dijeron que las entradas eran ‘truchas’. «No puede ser», intercedió su padrino. Un policía pidió una entrada real y le mostró la diferencia.
El padrino del chico llamó al vendedor, que se mostró sorprendido y pidió que le pasaran el teléfono a quien estuviera «a cargo». Tomó el teléfono una mujer policía y se le escuchó decir: «No, cómo me pedís eso, no se puede».
Bordon Almirón, el policía que vendió las entradas, les pidió tiempo para solucionar el problema. Justo en ese momento empezaron a recibir los efectos de los gases lacrimógenos. El padrino tomó al chico de la mano y se fueron corriendo. Ya en el hotel les avisó a los padres: «Esto se va a suspender, volvemos a Neuquén».
Desde ese momento, los padres de T. se comunicaron decenas de veces con el policía para reclamarle el dinero. Según consta en los intercambios vía Whatsapp a los que accedió Infobae, el vendedor les pidió tiempo.
Esta semana se interrumpieron las comunicaciones. El viernes a la tarde, los papás del joven radicaron una denuncia ante la Policía de Neuquén.
«Volví a mantener innumerables llamados telefónicos nuevamente con Pablo J. Bordon Almirón, quien me detalló que él siempre se dedicó a la venta de entradas de eventos de este tipo y que era la primera vez que le sucedió que las entradas sean falsas», dice la denuncia a nombre de Marcela Godoy, la mamá del joven.
Fuentes del Ministerio de la Seguridad le dijeron a este medio que ya intervino la Oficina de Transparencia de esa cartera y que se inició un sumario interno contra el acusado para determinar su responsabilidad. «Esta gestión mantiene la premisa de tolerancia cero antes hechos de corrupción», respondió una fuente oficial.
Fuente: www.infobae.com