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Piel al sol: la importancia del cuidado y las claves para prevenir efectos negativos

Con la llegada del verano, son muchas más las precauciones que deben tomar las personas ante la exposición a los rayos solares. Qué hacer antes, durante y después para evitar daños

Aunque la piel debe cuidarse durante los 365 días del año, es durante la temporada de verano donde las personas tienen una mayor exposición al sol.

Un exceso de sol sin protección puede tener efectos muy nocivos. Las consecuencias más reconocidas a largo plazo son la aparición de manchas y arrugas, aumento del número de lunares, cáncer de piel y variadas alteraciones oculares.

El cáncer de piel es más común que todos los otros cánceres combinados, y el 90% de estos casos son curables si se advierten a tiempo. La radiación UV es un carcinógeno que genera mutaciones y daño genético, provocando el envejecimiento de la piel.

Lo cierto es que los recaudos que deben tomar las personas son cotidianos y sencillos. El cáncer de piel sigue siendo uno de los que más vidas se cobra. En este contexto, Vanina Gegdyszman, médica dermatóloga (MN 144999) del Sanatorio Modelo de Caseros, reveló distintos consejos para que la piel de las personas no sufra una sobre exposición. Estos son:

-El horario en que la persona se expone al sol: «Hay que evitar la exposición hasta las 16 horas, ya que en esa franja horario los rayos solares son más fuertes.

-Ponerse protector media hora antes de estar abajo del sol y reponer cada dos horas: «Lo mismo sucede cuando la persona realiza actividad física bajo el sol, debe reponerse constantemente para evitar quemarse inapropiadamente».

-Usar sombrero o gorra: «El uso de sombrero de ala ancha es ideal ya que protege lo que son la nariz y las orejas».

-Utilizar protector facial: «Muchas personas se olvidan de que el facial es tan importante como el de cuerpo, en adultos el factor debe ser 30 y en niños en 50″.

-No cambiar factores de protección: «Es importante que la persona utilice siempre el mismo. Hay un mito generalizado que está bien empezar el día con factor 15 y terminar con 50 o viceversa».

– El protector debe aplicarse en toda la piel expuesta al sol y debe prestarse especial atención en zonas como los tobillos, el escote o la cabeza en caso de calvos naturales o rapados.

– Luego de cada exposición, además, se debe hidratar la piel para seguir protegiéndola. Se recomienda también el uso de cremas «post-solar» para que que la piel no se lesione.

– No se debe exponer al sol a bebés y niños pequeños hasta los seis meses de vida (principalmente porque hasta este momento no pueden utilizar protectores) y hasta los tres años, por lo menos, protegerlos con ropa de algodón, sombreros y FPS superior a 50.

Cómo actua el sol en la piel

Los rayos solares van a cumplir un efecto de fotoenvejecimiento prematuro. Esto se produce debido a que la radiación uve y uva penetra la piel deteriorando las células que dan nacimiento a la epidermis. A partir de ese momento se pueden generar lesiones precancerosas o cancerosas y dañar el ADN de las células germinativas como producto de la falta de prevención.

«Es importante darse cuenta del llamado de atención ya que si no hubo una buena aplicación o un descuido de la persona en protegerse, termina siendo un factor de riesgo, ya que el sol está modificando siempre algo en la piel. Y lo más alarmante es que el daño producto del sol se va acumulando a lo largo de la vida», enfatizó la profesional.

La dermatóloga aseguró que hoy en día la gente está más consciente pero que no hay que bajar los brazos: «La gente piensa mucho más antes de exponerse al sol en busca de un bronceado. Hoy son muchas las campañas que buscan cuidar la piel».

Fuente: Infobae

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