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Pobreza: ¿32 o 40,8%? El debate en redes y la explicación de la UCA

La universidad proyectó que las cifras del Indec darán un número inferior al que consideran ellos. Sin embargo, ratificó los números difundidos días atrás

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) se ganó su prestigio en años de oscurantismo estadístico, cuando el Indec se negaba a difundir cifras de pobreza.

Sin embargo, muchos defensores del macrismo, que hasta hace un lustro ponderaban la valentía de los investigadores de esta universidad, hoy se quejan de los números publicaron en el último tiempo. Una de las polémicas surgió el 5 de diciembre pasado cuando la UCA publicó que, al tercer trimestre de 2019, el 40,8% de los argentinos era pobre y el 8,9% indigente. 

Tres semanas después, la UCA subió un documento en el que compara los números propios con una proyección de las que pueden llegar a ser las cifras del Indec, en base a los estudios recientes que presentó el organismo de estadísticas oficiales en este último tiempo.

Al respecto, el nuevo informe de la UCA señaló: «Para el tercer trimestre de 2019, en ausencia de datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, se presenta una proyección de las tasas de pobreza e indigencia a partir de dos estrategias: 1) El comportamiento de estas tasas observadas en la Encuesta sobre la Deuda Social y  2) Los cuadros de distribución del ingreso del Indec».

A partir de allí, el Observatorio proyecta que para el Indec la pobreza del tercer trimestre se colocará entre 32,6% y un 34,1%. Esta publicación dio origen a una serie de críticas en Twitter, de personas que interpretaron que la UCA se estaba volviendo atrás sobre sus pasos, pero que «el daño ya estaba hecho». Sin embargo, PERFIL dialogó con Agustín Salvia, director del Observatorio, quien ratificó la cifra difundida a principios de este mes: «Para nosotros la pobreza del tercer trimestre sigue siendo del 40,8%, pero lo que reflejamos es que los números del Indec, a partir de los datos de ingresos que publicaron, van ser distintos a los nuestros», explicó. Sin embargo, el investigador aclaró, para que no se genere polémica: «No queremos proponer una cifra de pobreza oficial y alternativa. No ponemos en duda la idoneidad del Indec de Todesca». 

Asimismo, Salvia estima que, en marzo, cuando el Indec difunda los números de pobreza del segundo semestre de este año los mismos no pueden ser menores al «36 o 38%». «No puede dar menos que eso. Si en el primer semestre la pobreza fue del 35%, en el segundo, con la caída del producto, del empleo y del salario, no puede haber menos pobres».

Pese a su intención de no generar polémica con las cifras oficiales, Salvia sostuvo: «Si la pobreza del Indec para el segundo semestre llega a ser menor al 35%, ahí sí voy a tener una opinión mucho más contundente». La diferencia. Ante la consulta de por qué puede haber una diferencia de casi 8 puntos entre los números de la UCA y las proyecciones de lo que puede llegar a dar el Indec, Salvia consideró: «Lo estuvimos discutiendo cinco días y no lo entendemos aún. Lo que puede mover la aguja es el peso que tienen los conurbanos de todas las ciudades. Nuestra muestra tiene una representación mayor.

Por ejemplo, tiene 30 partidos del Conurbano y no 24. Hemos pensado que la diferencia puede tener que ver con el Conurbano bonaerense, pero se da en Rosario, en Córdoba, en Tucumán. Se da una brecha que en algunos lugares es poca y en otros es mayor». Otra de las explicaciones que puede haber, según Salvia, es la siguiente: «Sabemos que en el tercer trimestre juega el efecto aguinaldo y es posible que el Indec haya intentado registrarlo mejor como ingreso extraordinario.

Pero eso puede dar una diferencia de uno o dos puntos y acá la diferencia es mucho mayor». Tarjeta alimentaria. Independientemente del debate entre los números del Indec y los de la UCA, PERFIL consultó a Salvia si la tarjeta alimentaria ideada por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, puede jugar un rol importante en la reducción de la pobreza. Y el investigador de la UCA señaló: «Va a ser más importante el impacto en indigencia que en pobreza. La pobreza va a bajar solo si hay empleo para las clases medias bajas y si mejoran las remuneraciones de obreros semicalificados o de baja calificación, o si tiene más trabajo el pequeño comerciante de barrio».

No obstante, aclaró acerca de un problema metodológico que puede surgir al medir estadísticamente el impacto: «No va a quedar registrado claramente. Porque no va a quedar registrado como un ingreso, ya que muchas familias lo van a ver como una tarjeta, sin identificarlo como ingreso. Cuando la encuesta mida los ingresos, van a registrar el trabajo y la AUH, pero no la tarjeta.

Va a haber un subregistro, a no ser que haya un cambio en el instrumento. Nosotros lo estamos incorporando. De hecho, vamos a preguntar ¿recibió tarjeta y con qué monto? Pero la EPH no tiene un registro tan preciso y es muy posible que subregistre ese fenómeno».

Fuente www.perfil.com

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