Un estudio realizado por la Universidad de San Andrés indica que en julio, cuando entró en vigor la modificación a la norma, la cantidad de avisos cayó entre un 6 y un 14%. Los valores publicados, en tanto, crecieron del 4 al 8%
La entrada en vigor de la nueva ley de alquileres en julio llegó acompañada de una retracción en la oferta de propiedades y un consiguiente aumento de precios, según reveló un estudio de la Universidad de San Andrés encabezado por por Federico Sturzenegger, Paula Margaretic y Pablo Zárate. El informe destaca que desde que el mes empezó a regir la norma impulsada por ex diputado nacional Daniel Lipovetzky, la cantidad de propiedades en alquiler se contrajo entre un 6 y un 14%, al tiempo que los precios se incrementaron entre el 4 y el 9%.
Para el estudio se utilizaron datos de avisos de alquiler en la ciudad de Buenos Aires y alrededores a partir de enero de 2018 provistos por MercadoLibre. Del análisis de la información se desprende que tanto en materia de precios como de cantidad de avisos, los datos de julio resultaron «atípicos respecto a la tendencia previa y estadísticamente significativos».
Por zona, el norte del Gran Buenos es el que registró la mayor caída de avisos nuevos con una caída del 13,6%. En la otra punta se situaron la ciudad y la zona oeste, ambas con una merma de 6,3%. En tanto, el mayor incremento en los valores publicados lo tuvo la zona Oeste con un 8,9%, mientras que la Capital fue la zona con menor aumento (3,7%).
«De acuerdo con nuestros cálculos, dichas caídas significativas en cantidad de avisos parecen continuar los meses siguientes, principalmente en las zonas norte y sur. Una posible explicación de lo anterior podría ser que los propietarios prefieren poner sus propiedades en alquileres temporarios», indican los autores.
En relación con los precios, el salto registrado fue «estadísticamente significativo» respecto a la tendencia. Sin embargo esta variación positiva no pareció mantenerse en los meses siguientes.
En el sector inmobiliario coinciden con las conclusiones del estudio y agregan que, en líneas generales, sigue la tendencia iniciada con la irrupción de la nueva ley.
«Algunos propietarios que están buscando un cambio de aire eligen poner en alquiler su propiedad y alquilar otra. Pero lo eligen como el mal menor, porque saben que la venta está muy complicada», dice Francisco Altgelt, vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios.
Después de la entrada en vigor de la ley muchos propietarios decidieron ser cautelosos esperar a ver qué pasaba con el mercado.
Además, fuentes del sector aseguran que la mayor proporción de los que salieron de oferta fueron las propiedades más grandes: «Esta ley es mucho más perjudicial para ellos, porque pierden más plata con la desactualización del precio del alquiler».
Fuente: cronista.com