Estará a prueba durante tres meses. Permitirá aumentar la capacidad de plazas disponibles
Llegar al aeropuerto, detener el auto cerca del ingreso y completar los datos personales y del vuelo. Que un robot automatizado se acerque y, en función del día de regreso, lleve el auto –ya sin el conductor– a un espacio libre en el estacionamiento. Ese es el trabajo de Stan, el robot que en agosto empezará a funcionar en el aeropuerto Gatwick de Londres.
Desarrollado por la empresa francesa Stanley Robotics, es la primera vez que estará a prueba fuera de su país. Serán tres meses en los que funcionará las 24 horas en la terminal Sur. El objetivo es ver qué tan práctico resulta y también detectar fallas o puntos que se podrían mejorar durante su uso en la práctica.
Su funcionamiento es simple: es un robot rectangular con una plataforma extensible que puede levantar y mover vehículos de hasta 5,5 metros de largo y tres toneladas de peso. Como referencia, un auto grande como un Ford Mondeo mide 4,84 metros, y una pick up como una Toyota Hilux 5,33 m, con un peso en el orden de las dos toneladas.
La empresa fabricante asegura que su mayor ventaja no es la comodidad que representa para los pasajeros al ahorrarles buscar lugar y estacionar, sino que este sistema aumenta la cantidad de plazas disponibles para dejar autos.
¿Cómo? En primer lugar, hay que tener en cuenta que para funcionar de manera óptima requiere de una infraestructura especialmente adaptada. Cumplido este requisito, la zona donde quedan los autos ya no necesita de espacio para que se abran las puertas ni de dos carriles para que pasen vehículos en simultáneo en ambos sentidos.
De esta forma el sistema permite un máximo aprovechamiento del espacio. Además, por un tema de seguridad, las personas tendrán prohibido el acceso a la zona de aparcamiento.
En Gatwick aseguran que aumentará las plazas disponibles para estacionamiento de 170 a 270. Otro detalle que facilita las maniobras es que puede levantar a los automóviles tanto del frente como desde atrás, sin dañarlos, claro está.
Stanley Robotics, su fabricante, empezó desarrollando sistemas de estacionamiento autónomos para autos, es decir, para que cada vehículo pueda buscar, encontrar y «meterse» en un lugar. Sin embargo, después concluyeron que era más eficiente que otro vehículo, en este caso un robot, sea el único encargado de moverlos.
Fuente: Infobae