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Repudio a la entrega de hoteles a Gendarmería

De estructura solida, revestida en piedra de la zona, la colonia de vacaciones de Chapadmalal, creada durante el primer gobierno justicialista fruto de la expropiación de esas tierra de origen Patricio (quizás lo que no nos perdone Bulrrich), contaba con 19 hoteles, uno de ellos especialmente construido para los chicos.

A pesar de que el mantenimiento no es el que debería ser, incluso todo lo contrario ya que no ha sido potestad solo de este gobierno el olvido de este emblema donde en un momento paso a ser el “botín de guerra” para los entenados del poder político y sus amigos empresarios.

Hoy, está lejos de aquellos primeros tiempos, cuando contaba con asistencia médica gratuita, cines y hasta galerías comerciales, donde centenares de familias de todo el país llegaban (no muy lejos en el tiempo), todavía, al complejo turístico en los meses de enero y febrero, pero hoy ni siquiera son tantos como los que venían en los años del primer gobierno peronista. Entre 1953 y 1954, un total de 24.218 trabajadores estuvieron en Chapadmalal. Ninguno de ellos pagó un centavo ni por la estadía ni por el viaje ni por la comida.

“El turismo social llegó escoltado por consignas clave del peronismo: el aguinaldo, las vacaciones pagas y las jubilaciones”

Gran cantidad de trabajadores y trabajadoras que en función de una política pública de turismo social que se fue perdiendo y diluyendo hace más de una década vieron sus esperanzas desvanecer junto con posibilidades de pase a planta permanente y con ello su estabilidad laboral, la cual paso a ser el capricho del gobierno de turno y sus gremios socios.

Bastión de lucha de nuestra Organización en los años 90, cuando el menemismo pretendía su cierre o privatización.

Transitando todo este camino de penurias hasta tuvimos que salir a manifestarnos por la necesaria continuidad del Programa Jóvenes y Memoria que año tras año realiza el cierre de sus jornadas en este complejo, protagonizando tanto el debate de problemáticas actuales entre los jóvenes como la reconstrucción del entramado social que una de las épocas más oscuras de la historia argentina nos robo, no siendo un dato menor que esta actividad supo realizarse en los hoteles 7 y 8 que hoy le ceden a gendarmería.

El gobierno de cambiemos se encargo de profundizar el deterioro y abandono estructural, no solo del complejo turístico de Chapadmalal sino de las políticas sociales en su conjunto.
De esta manera hoy vivimos esta entrega a una de las fuerzas de seguridad que al servicio de las políticas antipopulares ha sido la herramienta fundamental para combatir la organización del movimiento obrero, funcional a las políticas de ajuste y exclusión.

Por ello, tanto en el plano simbólico con en el que nos corresponde en defensa de los Derechos de nuestro Pueblo, rechazamos y repudiamos la entrega de una parte de este espacio a la Gendarmería Nacional y exigimos el retorno de las políticas que allanen los caminos de la inclusión y ampliación de los derechos, fomentando el turismo social como herramienta de transformación social.

Mar del Plata necesita que le garanticen formación académica para los y las jóvenes que buscan su primer trabajo e inserción laboral, políticas de renovación de la flota pesquera, escuelas seguras y acceso a la salud primaria, políticas sociales para nuestros adultos mayores que nos saquen de una vez y para siempre de angustia en la que nos quieren sumir y recuperemos la posibilidad de vivir un presente de pleno de derecho que nos haga pensar en futuro posible, donde seamos el Pueblo en su conjunto, los únicos privilegiados…

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