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¿Se pueden estar 30 días sin redes sociales?: Una psicóloga hizo el experimento

Clara Oyuela es la psicóloga que se animó a hacer lo que muchas personas sueñan en momentos de mucha demanda virtual: dejar el celular por unos días. El experimento duró 30 días y se basó en apagar su teléfono y no consumir redes sociales.

En diálogo con Ya es Hora, por La Cielo 103.5, la también autora del libro «Crónicas de una abstinencia» —en donde plasmó su experiencia— contó que el experimento lo realizó mientras Miranda, su segunda hija, tenia 6 meses y problemas para dormir.

«En su momento cuando decidí hacer este experimento no tenía TikTok, en realidad no tengo y nunca tuve, pero las redes que usaba eran Instagram, Facebook, WhatsApp» comenzó explicando y agregó que en esos días no solo dejó las redes, si no también «el acceso desde el teléfono a lo que son los diarios, el chequeo de las noticias, es todo. Es ese mundo que hay adentro del celular».

De esa manera, en aquel entonces se abstuvo de todo: «Apagué el celular, lo guardé y decidí estar comunicada a través de mail y mensaje de texto a través de un celular que era muy viejo, con un teclado muy incomodo que me ayudó para atravesar eso», sostuvo, aunque aclaró que su contexto tuvo mucho que ver con el logro de realizarlo.

Y es que la psicóloga oriunda de Ciudad de Buenos Aires, está viviendo en San Martín de los Andes. «Yo vivo acompaña un estilo de vida y una posibilidad de conexión al menos un poco mas diferente que lo que es el estilo de vida de ciudad, que es más apresurado, más urgente. Eso me ayudó muchísimo, no lo puedo negar», manifestó.

¿Cómo fue vivir 30 días sin redes sociales?
Clara explicó en La Cielo 103.5 que durante esos 30 días vivió un proceso super interesante «porque yo no es que durante ese tiempo no agarré el celular. Tuve dos o tres momentos de recaída donde, por ejemplo, rompí mis propias reglas, me hice trampa a mi misma». Así contó que junto una de sus hermanas en ese momento vivía en otro país y terminó comunicándose con ella.

«Le decía a mi pareja: ‘decile a Clara que se deje de hinchar con el experimento, me tengo que comunicar con ella y no se cómo’. Entonces me mandaba audios a través de celular de mi pareja y yo, en una de esas vueltas, le respondí el audio a través del teléfono ajeno. Entonces ahí dije ‘acá acabo de roper mis reglas, eso forma parte’. Como que hubo un momento en el que yo misma me confundía sobre si estaba bien hecho ese experimento», expresó.

Sin embargo entiende que «es parte del proceso» y de lo que estaba desarrollando en ese entonces. «Es cierto que la ansiedad me bajó muchísimo», dijo la psicóloga y comentó que al momento de volver después de esos 30 días, tenía una mezcla de emociones indescriptibles.

«Por un lado sentía nostalgia de dejar atrás ese experimento de desconexión/conexión, y al mismo tiempo estaba super entusiasmada porque también había confirmado que esos 30 días habían sido muy poco prácticos para lo que es la vida cotidiana, las relaciones de trabajo, las cuestiones familiares, de organización», manifestó.

No obstante, comenzó un camino en el que buscaba el equilibrio, además de comprender que haberse dado a ella misma esos 30 días de calma le sirvieron «para poder tomar decisiones mas acertadas que en ese momento no estaba pudiendo tomar».

La experiencia de desconectarse de las redes sociales en jóvenes de 16 años
Además de autora del libro y psicóloga, Clara Oyuela forma parte del gabinete psicológico de un colegio en el que también es profesora de psicología. Allí, incentivó a jóvenes de 16 años realizar esta experiencia. «Son chicos que ya nacieron en la era digital. No es como yo que estuve muchos años de no tener contacto con este tipo de tecnología. Entonces para ellos el desafío fue mucho más difícil que para alguien que sabe lo que es vivir sin teléfono».

Este segundo experimento de dejar las redes sociales duró solo 4 días, y los y las jóvenes pasaron por procesos super interesantes. «Una de las chicas decía ‘me transpiran las manos, me quiero comer las uñas. Esta sensación no la viví en toda mi vida. Esto es mas fuerte que el amor'», explicó la profesional.

«Es super interesante que ellos mismos puedan ponerle el cuerpo y salirnos de la teoría de lo que puede ser pensar cómo serían esos días sin celular. Hay que ponerle el cuerpo a esa experiencia para saber realmente lo que es», dijo la psicóloga a La Cielo 103.5 y agregó la importancia de obtener «el aprendizaje de lo que puede ser abstenerse a cualquier tipo de sustancia, de lo que es la dependencia».

FUENTE: Infocielo

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