Mirador Virtual Mobile

Trabajo infantil, falta de lactarios y malas prácticas ambientales, las grandes deudas de las empresas argentinas con los niños

Qué pasó. Unicef en Argentina presentó un informe contundente sobre el sector empresarial privado y cómo se vinculan (o no) con los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Analizaron a más de 700 empresas (en su mayoría pymes) y llegaron a la conclusión de que el 21% tiene un compromiso alto con la infancia (sobre todo empresas de gran tamaño), el 49% tiene un compromiso medio y el 30% uno bajo.

Qué significa. «La clasificación se realizó teniendo en cuenta acciones, iniciativas, compromisos y monitoreos que realizan las empresas en torno a los derechos humanos y los derechos de niñas, niños y adolescentes», dice el informe. Pero ¿qué significa realmente? Algunos ejemplos:

El 32% de las empresas no ofrece reducción de horarios por lactancia materna a pesar de que la Ley 20744 de Contrato de Trabajo establece que toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos descansos de media hora para amamantar a su hijo.

En esa misma tónica, sólo el 8% de las empresas cuenta con un lactario y apenas el 5% tiene espacios de cuidado dentro de la empresa (guarderías o jardín) o algún tipo de convenio con una institución cercana para que los trabajadores puedan dejar a sus niños.

Otro punto sobre el que advierte el informe es sobre el gran desconocimiento que hay de la ley de trabajo infantil. El 45% de las empresas no conoce en detalle la ley e incluso el 18% considera que no es posible aplicarla. Lamentablemente el alcance del estudio no permite indagar en los motivos.

En este punto la mayor falencia está en el universo de las pymes: sólo el 20% de este tipo de empleadores considera que puede aplicarse la ley que regula el trabajo de los niños y jóvenes, mientras que en las empresas de más de 100 empleados este número llega a 47%.

En todos los casos, el encargado de responder la encuesta fue el máximo responsable de cada empresa.

Puertas afuera

El estudio también se concentró en las acciones que toman hacia afuera, en la difusión de sus productos o publicidad, aquellas empresas que realizan bienes o servicios para ser consumidos por niños (aproximadamente unos 300 casos).

Además, casi la mitad de las empresas que dirigen su comunicación exclusivamente a niños o adolescentes no tiene ningún tipo de política formal o escrita que regulen estos mensajes. ¿El problema? Que puede ayudar a convalidar estereotipos nocivos para los niños o prácticas que afecten a su desarrollo.

El 43% de las empresas desconoce si existe alguna normativa específica sobre la protección de niñas, niños y adolescentes, como códigos de conducta de la industria, principios sobre Derechos Humanos, recomendaciones del Comité de Derechos del Niño, entre otras.

El medioambiente es un tópico absolutamente olvidado por la mayoría de las empresas consultadas: el 56% no realiza ningún tipo de evaluación de impacto ambiental de sus productos.

Un gran llamado de atención de la Unicef es para la industria alimenticia. De las empresas consultadas, el 67% vende productos con alto contenido de azúcar, sodio, calorías y/o grasas. De ellas, tres de cada diez no tiene un etiquetado claro sobre estos valores y de las que dicen hacerlo, el 81% lo informa a través de una tabla nutricional. Esta tablita es un pequeñísimo gráfico que está al reverso del envase y que muchas es indescifrable.

Por qué. Según los expertos que presentaron el informe, hay dos grandes ejes que dificultan la aplicación de los derechos de los niños en el sector privado: desconocimiento de la normativa y la falta de control estatal. En el primer caso, sugieren un trabajo de derrame en colaboración con las empresas que sí cumplen ampliamente con la normativa.

En el segundo caso, debe haber un control estatal pero también de otros sectores de la sociedad en conjunto con el desarrollo de proyectos y propuestas que alimenten los legisladores, las organizaciones sociales, etc.

Fuente: a24.com

Comentarios

comentarios