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Varada en Nueva York. Es marplatense, menor de edad, y ahora confirmó que tiene coronavirus

«Mi nombre es Valentina Sosa, tengo diecisiete años y necesito por favor regresar a Argentina». Son las desesperadas palabras de una adolescente de 17 años varada en Nueva York desde marzo. Con la angustia que significa ser chica y estar lejos de casa, ahora se suma a su desolador panorama que fue diagnosticada Covid-19 positivo .

Viajó el 3 de marzo a la Gran Manzana, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no había declarado al coronavirus una pandemia. Veinticuatro horas habían pasado desde que Nueva York registraba su primer caso. En cuestión de días, la situación se convirtió en una película de terror. El territorio al noreste del país pasó a ser una gigantesca ciudad fantasma convulsionada por el avance del llamado enemigo invisible.Ads by 

Ni uno, ni dos, ni tres. Cuatro fueron los vuelos que le cancelaron a Sosa. La joven cuenta a LA NACION que desde que el contexto comenzó a empeorar, ella y su familia han hecho todo lo humanamente posible para coordinar su regreso . Hasta ahora, los esfuerzos no han sido suficientes. La adolescente se hospeda en Queens, en la casa de un matrimonio amigo de sus padres. Sus limitados recursos económicos se desangran en una de las ciudades más caras del mundo.

«Claramente no esperaba nada de esto» , dijo en un suspiro de angustia y agotamiento. Han pasado casi dos meses desde lo que hubiera sido su fecha original de regreso a su ciudad de Mar del Plata, donde su familia la espera. «Es muy cansador, ya quiero volver a mi casa», subrayó.

Valentina Sosa, quien cursa su último año de secundario en el Colegio Fasta San Vicente de Paul, en Mar del Plata, siempre le tuvo miedo a los aviones. Esta era parte de su primera experiencia sola fuera del país, un sueño que planeó durante meses con el apoyo de sus padres. Todo terminó muy lejos de lo que imaginaba.

Después de completar el formulario requerido por las autoridades del gobierno argentino para ser registrada como varada , Sosa se acercó al consulado argentino en Nueva York cuando todavía estaba abierto. Allí, según dijo, el lugar estaba lleno de ciudadanos desesperados por conseguir un pronto regreso. «Me dijeron que la situación era muy complicada», afirmó.

Según la adolescente, con Latam, la aerolínea con la que tenía programado su vuelo de regreso, no ha podido comunicar nunca. «La respuesta de la aerolínea Latam directamente ha sido nula. Nunca me pude comunicar con ellos desde que empezó la pandemia. Directamente me cancelan y reprograman el vuelo sin siquiera avisar», contó.

LA NACION se comunicó con la aeorlínea chilena y habló con una referente de la empresa, que recibió sus declaraciones con sorpresa. «Desde el 19 de marzo solo se trabaja con vuelos humanitarios, y desde entonces se ha creado un equipo de trabajo especialmente para repatriar a los pasajeros que han quedado varados», subrayó.

Según Latam, la selección de pasajeros que viajan es parte de un trabajo coordinado con autoridades del gobierno argentino. En particular, se le da prioridad a los pasajeros con pasajes con la aerolínea y a quienes se encuentran en una posición de mayor vulnerabilidad. Los tickets que habían sido emitidos previo a la pandemia, son automáticamente reporgamados, aunque, ténicamente, quedan abiertos hasta el 31 de diciembre del corriente año.

Con el avance del coronavirus, la mayoría de las compañías aéreas en el mundo han tenido que recurrir a las masivas cancelaciones y reprogramaciones de vuelos. En la Argentina, el problema se vio agravado con el cierre de fronteras, lo que generó que cientos de miles de personas saturen los call-centers con pedidos de todo tipo.

Hasta ahora, según Latam, la compañía ha operado un total de 80 vuelos de repatriación que trajeron de regreso a más de 15.000 argentinos varados en la región y en el exterior. «Sostenemos la entera disposición para con todos los que necesiten contactarse siempre a través de sus canales de atención tradicionales», remarcaron.

Un testeo positivo

Valentina Sosa, días atrás, haciéndose el testeo de coronavirus en un puesto drive-thru, en Queens
Valentina Sosa, días atrás, haciéndose el testeo de coronavirus en un puesto drive-thru, en Queens Crédito: Gentileza Valentina Sosa

Una semana atrás, Valentina Sosa fue testeada Covid-19 positivo. Sus tíos, como llama con cariño al matrimonio que la hospeda, la llevaron a un sitio de testeos cerca de donde viven. El resultado llegó en cuestión de horas. «Tengo poca carga viral, pero lo tengo», indicó . Por ahora no presenta síntomas de malestar, pero se mantiene puertas adentro para protegerse y recuperarse pronto. Según contó, estima que el contagio se dio durante sus primeros días en Nueva York, porque desde entonces no ha salido a la calle.

En diálogo con LA NACION fuentes consulares en Nueva York reportaron que efectivamente tienen registro de la menor como varada, y que se han establecido canales de comunicación con ella y sus padres para aceitar su regreso. También señalaron que Sosa está anotada en una lista que agrupa a quienes deben regresar a la Argentina con mayor urgencia.

El regreso de los argentinos en Estados Unidos ha sido un trabajo «poroto a poroto» para los funcionarios consulares . Con el límite impuesto por el gobierno argentino de un ingreso máximo aproximado de hasta 500 pasajeros para garantizar los operativos sanitarios, los consulados revisan cada caso en particular para así llevar a casa primero a quienes estén en una situación de mayor vulnerabilidad.

Estados Unidos estuvo casi un mes sin vuelos hacia la Argentina. Hace unas días, con un promedio de dos o tres vuelos semanales, la operación de repatriación parece haberse encendido. Sin embargo, la demanda de los varados supera ampliamente la capacidad de las autoridades para hacer regresar a todos en el corto plazo .

Ahora, Sosa -según pudo saber este medio- deberá volver a repetir su testeo de coronavirus. Sin un testeo que demuestre que ya no tiene el virus, no podría subirse al avión la lleve de regreso con la autorización sanitaria pertinente .

Regreso a cuentagotas

Se estima que unos 4 mil son los argentinos que se encuentran varados en Estados Unidos. Pese a los esfuerzos conjuntos de las autoridades argentinas a nivel local, los límites del ingreso de pasajeros en Ezeiza por día ha transformado el regreso a un sistema a cuentagotas. A esto se suma que el Aeropuerto Internacional de Miami se ha vuelto en el único puerto de salida para los vuelos del país norteamericano a la Argentina.

Además, muchos otros varados en lugares más remotos han comenzado a viajar a la Florida en busca de un posible regreso , lo que llevado a que el total de varados en Estados Unidos incremente en lugar de descender .

Ayer, el presidente Alberto Fernández dijo que quienes quedan y piden volver son los argentinos que «se fueron a probar suerte al exterior, y ahora quieren volver a la Argentina». Según pudo saber este medio, en los miles de varados las historias varían. Muchos viajaron por placer, otros por estudio y ahora sus programas han terminado. Los motivos son distintos, pero todos comparten el mismo deseo: volver a casa.

Fuente: lanacion.com.ar

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