La definición de la fecha electoral bonaerense tiene en vilo a toda la política.
La definición sella la estrategia nacional de Cambiemos.
Vidal y su equipo analizan adelantar la votación a junio.
Desde Casa Rosada esa posibilidad se observa aún como un riesgo.
Candidaturas en danza.
Después de la segunda quincena de febrero, María Eugenia Vidal deberá anunciar si, por primera vez desde el retorno a la democracia, los bonaerenses tendrán la elección provincial desdoblada de la presidencial que, este año, será el 27 de octubre. Fuentes del oficialista Cambiemos y también del massista Frente Renovador vienen insinuando que esa posibilidad es “muy concreta”; para el peronismo, en cambio, es un invento “para distraer a los bonaerenses” en un verano más caliente por los tarifazos y la inflación que por la temperatura de los balnearios con discreta ocupación.
Al hablar de elecciones, la remanida frase “la madre de todas las batallas” no es antojadiza: Buenos Aires reúne casi el 40 por ciento del padrón electoral nacional. Su presupuesto quintuplica al de la provincia de Córdoba y es casi ocho veces más grande que el de Mendoza. Pero sus dificultades económicas cuando el país está en crisis también se potencian.
Los servicios de la deuda provincial se duplicaron para este año y, según un informe de la Universidad Católica Argentina, hay 4,7 millones de pobres en el conurbano bonaerense. “Neuquén tuvo un buen año económico, pero hay que reconocer que en La Matanza (populoso distrito del conurbano oeste) las changas se resintieron”, admitió hace poco el ministro nacional de Producción y Trabajo, Dante Sica. El impacto en Buenos Aires de la crisis económica nacional explica en parte por qué Vidal quiere desdoblar las elecciones: las encuestas –las serias y las otras– coinciden en medir por encima la aprobación de la gestión de Vidal respecto de la de Mauricio Macri como presidente.
El analista y consultor político Gustavo Marangoni, en charla con este diario, señaló que, si bien es cierto que “el adelantamiento de las elecciones puede beneficiar a Vidal por tener mejor imagen que la gestión nacional”, advierte que “esta decisión política supone desnudar la debilidad política de Macri, lo que no cae nada bien en la Casa Rosada”.
Marangoni también señaló que el adelantamiento electoral (la elección provincial se fijaría para junio) podría beneficiar al oficialismo frente a la falta de definición de candidatos por parte de la oposición peronista, donde domina la figura omnipresente de Cristina Fernández. “Hasta ahora el PJ se opone con un argumento muy débil: el costo económico que significa desdoblar la elección. ¿Desde cuándo esto ha sido una preocupación del peronismo, que este año desdoblará las elecciones en casi todas las provincias que gobierna?”, se preguntó Marangoni.
Pese a que distintas fuentes aseguran a este diario que Vidal “se siente desgastada” al frente de la gobernación, nadie discute su candidatura en Cambiemos. La ministra nacional de Desarrollo Social, Carolina Stanley, suena en algunos círculos como alternativa frente al improbable caso de que Vidal juegue a nivel nacional (¿vice de Macri?). Stanley es conocedora de la difícil situación económico-social que vive el conurbano: ella negocia en persona los planes con los movimientos sociales; su esposo, Federico Salvai, es jefe de Gabinete de Vidal.
La UCR, la otra pata del Cambiemos bonaerense, se conforma con que continúe como vicegobernador Daniel Salvador y con que se le respete el liderazgo de algunas intendencias. De 135 localidades, Cambiemos gobierna en 65.
Peronismo K
El peronismo bonaerense, de fluido diálogo con Cristina Fernández y con fuerte arraigo en el conurbano, no definió su candidato. Suenan Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora); desde la Matanza, su intendenta, Verónica Magario, y el caudillo distrital Fernando Espinoza explicitarán su decisión en marzo; Sergio Berni, aguijoneando a Vidal en temas de seguridad y muy activo en distintos paneles televisivos, quiere ser tenido en cuenta.
“Pero Cristina, la dueña de los votos, quiere que el candidato sea Axel Kicillof”, aseguró a este diario un peronista “tradicional” bonaerense. “Hace unos días, de la nada, juntó 800 personas en Baradero (a 140 kilómetros de la Capital Federal); pese a ser economista, es llano y afable en el trato, le gusta el mano a mano con la gente. Y, además, no lo pueden chicanear con que robó. Hace poco nos enteramos de que se le quemó el auto. ¡Era una Surán!”, comentó entre risas el mismo dirigente.
Fuente: www.lavoz.com.ar
