Cinco policías en actividad y uno retirado, fueron imputados por formar parte de la asociación ilícita liderada por el exjefe departamental José Luis Segovia que brindaba protección a delincuentes; pedía coimas a los arbolitos de avenida Luro; vendía dólares falsos, promovía el juego clandestino y desviaba investigaciones plantando pistas falsas y ocultando información a fiscales.
El fiscal general adjunto Marcos Pagella decidió imputar a los seis policías y llamarlos a indagatoria entre el 22 y 24 de octubre. Se trata de Mauricio Ramírez Armani, Jonathan Sonzogni, Iván Medigovich, Sebastián Di Biase, Christian Gari y del oficial retirado, Héctor Sabino Sosa.
La causación a los seis policías surge de la obtención de nuevas pruebas que los señala, en algunos casos, como participes de la asociación ilícita y en otros casos, sólo quedaron involucrados por cumplir ordenes de sus superiores a sabiendas que se trataba de un delito.
Ramírez Armani, quien se desempeñó como titular de la comisaría primera entre marzo del 2019 y febrero del 2020 está acusado de formar parte de controlar y regular la compraventa de dólares ilegal en la avenida Luro. Según consta en la causa, el bar «10-Sutton» fue el epicentro del control de toda la actividad que ocurría en las inmediaciones de las avenidas Independencia y Luro.
Además se pudo constatar que el mismo local, habría funcionado como reducto para el juego clandestino.
La misma acusación recayó sobre el comisario Christian Alfredo Gari, quien estuvo al frente de la comisaría primera entre junio de 2020 hasta septiembre de 2023; y sobre Jonathan Carlos Sonzogni, quien se desempeñó como jefe de calle de la primera entre marzo del 2019 y febrero del 2020.
Los tres policías que cumplieron funciones en la comisaría primera deberán responder por los delitos de asociación ilícita, intermediación financiera no autorizada, expendio y puesta en circulación de moneda extranjera apócrifa; compraventa de divisas de origen ilícito, explotación, administración u operación de juegos de azar sin autorización emanada de la autoridad competente, encubrimiento agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y exacciones ilegales.
Entre los hechos que le endilgan a la asociación ilícita es haber brindado cobertura a una grupo de delincuentes que asaltaron a una pareja de jubilados en el edificio Cabo Corrientes y le robaron cerca de 250 mil dólares. Para el fiscal Pagella, Segovia mandó a sus cómplices para que sembraran pistas falsas y crearan un chivo expiatorio para desviar la investigación que llevaba adelante el fiscal Mariano Moyano.
El brazo ejecutor para plantar pruebas falsas y desviar la investigación, habría sido el capitán retirado Héctor Sabino Sosa, quien habría ordenado a sus subalterno realizar informes con pruebas que sabía de ante mano que eran falsas.
Sabían que el autor del robo era Carlos Juárez, quien había actuado junto a su novia y al menos dos personas más. Primero le mostraron las pruebas en su contra y le pidieron 50 mil dólares para desviar la investigación y garantizarle la impunidad. En ese sentido, decidieron «armar una causa» para que otro conocido delincuente fuera señalado como el autor del robo.
Según consta en el escrito presentado a la Justicia de Garantías, el subteniente Leonardo Sebastián Di Biase y el capitán Iván Pablo Medigovich, quienes cumplían funciones en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI), habrían declarado y presentado informes en la causa que señalaba a un chivo expiatorio como autor del robo n el edificio cabo Corrientes.
Ambos policías deberán responder por los delitos de encubrimiento agravado por ser funcionario público, falsificación o adulteración ideológica de documento público, incumplimiento de los deberes de funcionario público y estafa procesal.
La investigación que se inició a comienzos de este año y que tiene como principal imputado al exjefe de la policía Departamental José Luis Segovia, cuenta con otros ocho implicados que ya fueron procesados. Entre ellos se suman cuatro policías y tres civiles.
Fuente:MI8