El 1 de agosto de 1991, Mar del Plata vivió un fenómeno meteorológico que quedó grabado para siempre en la memoria colectiva: una histórica nevada que tiñó de blanco la ciudad costera y se convirtió en la más importante de su historia.
Aquella mañana invernal, los marplatenses amanecieron con una imagen inusual: copos de nieve cayendo de forma sostenida sobre la costa, los barrios y el centro comercial. Fue tal la magnitud del fenómeno, que durante horas las calles, los techos y hasta la arena de las playas quedaron cubiertos de una capa blanca, generando postales que hoy siguen circulando con nostalgia.
A 34 años de aquel hecho climático histórico, muchos recuerdan ese día como la primera —y para muchos la única— vez que vieron nevar en su ciudad. Las escuelas suspendieron clases, los autos se detuvieron y cientos de vecinos salieron a las calles para tocar la nieve, sacarse fotos o simplemente observar, con asombro, un paisaje más propio de la Patagonia o la cordillera que de la costa atlántica bonaerense.
La nevada de 1991 superó en intensidad y duración a otros registros históricos en Mar del Plata, como los de 1964, 1972 y 1975. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, aquel 1° de agosto se produjo una combinación excepcional de frío polar, humedad y presión atmosférica que desencadenó el fenómeno. La temperatura descendió abruptamente y el manto blanco se mantuvo visible hasta entrada la tarde.
Las imágenes de esa jornada se convirtieron en parte del archivo sentimental de la ciudad. Fotografías familiares, recortes de diarios y testimonios transmitidos de generación en generación recuerdan un día que rompió con la rutina invernal y llenó de magia a Mar del Plata.
Hoy, a 34 años de aquel suceso, el recuerdo sigue vivo. Y cada vez que el frío aprieta o el cielo se torna gris en pleno invierno, no falta quien mire hacia arriba con la esperanza —o el deseo— de volver a ver caer la nieve. Aunque sea, una vez más.
FUENTE: Ahora Mar del Plata