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El uso excesivo de antiinflamatorios puede causar insuficiencia renal

La Dra. Cristina Miglioranza, médica infectóloga, habla sobre el peligro de la automedicación: “los medicamentos no pueden venderse como galletitas para café”

El mal uso de antibióticos es un tema que genera preocupación a nivel mundial y es uno de los puntos débiles en cuanto a salud pública.Tanto los profesionales de la salud, como los pacientes deben colaborar en el buen uso de los antimicrobianos.

Desde hace un tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta acerca de la resistencia de algunas bacterias a los antibióticos y establece protocolos de uso de los diferentes grupos de medicamentos.

La Dra. Cristina Miglioranza, médica infectóloga del equipo de Clínica Pueyrredon, sostiene que debemos tener una mirada crítica sobre la naturalización de la automedicación. “En Argentina hay modelos sociales que nos predisponen a pensar que todos los problemas cotidianos pueden resolverse consumiendo fármacos. Partiendo de esta realidad sociológica es que la Confederación Farmacéutica Argentina -COFA- realizó un informe que alertó a todos: la mitad de las personas encuestadas, en algún momento, se había automedicado. Somos una sociedad sobremedicada”.

Como infectóloga, la Dra. Miglioranza, planteó especial preocupación en la necesidad de restringir el uso inadecuado de antibióticos, ya que emergen bacterias y microorganismos que van adquiriendo mayor resistencia, lo que limita el uso de antibióticos disponibles.

“Desde el descubrimiento de la penicilina en la década del ´20 se han ido descubriendo y registrando diferentes compuestos antibióticos cada vez más complejos y que son un pilar en la expectativa de vida del hombre, junto al agua potable y las vacunas. Su esplendor se dio en la década del ´80, y partir de allí ha disminuido la investigación. Por ende el uso, el sobre uso, y el mal uso de los antibióticos nos limitan las opciones de tratamientos, por la emergencia de bacterias cada vez más resistentes” explica la infectóloga Miglioranza.

La resistencia a los antibióticos constituye uno de los problemas de salud pública más graves y preocupantes en el mundo debido a que representa un riesgo sanitario global en la medida que provoca que las bacterias se hagan resistentes a los antibióticos generando un enorme costo para el paciente y para el sistema de atención sanitaria.
Pese a que el desarrollo de la resistencia es un fenómeno natural que surge de la utilización de los antibióticos, existe una asociación directa con su mayor consumo.

Causa y consecuencia

“La costumbre de automedicarse es ancestral y sobre todo en una sociedad como la nuestra” declara Cristina Miglioranza y explica que “el prescriptor del antibiótico o medicación debería ser un profesional y muchas veces son personas que nos están habilitadas para la prescripción, sólo para la dispensación, por ejemplo. Debemos incentivar la responsabilidad individual de los ciudadanos, de los profesionales de la salud y del Estado, sabiendo que los antibióticos, al momento que son indicados, pueden ser la solución y salvar una vida; pero cuando no son necesarios pueden causar muchos efectos adversos”

Existe en nuestro país una legislación vigente desde 1969 que establece que tanto los psicotrópicos como los antibióticos deben venderse bajo receta archivada. La Resolución 3835/69 (modificada luego por Resolución 378/70) del entonces Ministerio de Bienestar Social, estableció que los medicamentos cuyos ingredientes farmacéuticos activos (IFAs) tuvieran actividad antibiótica de uso sistémico deberán ser dispensados de acuerdo a su condición de inscripción con Venta Bajo Receta Archivada a partir del 1 de enero de 1970.

En este sentido, ”la educación es muy importante, por lo que otra manera concientizar a la comunidad es la realización de campañas en niveles primarios de la educación, debatirlo y llevarlo a la mesa familiar” reflexiona la médica.

Para finalizar, la Dra. Miglioranza, destaca que otro tema a tener en cuenta es la publicidad de la medicación. “Hoy en día, incentivan a la población a automedicarse: antigripales, vitaminas, analgésicos. El uso excesivo de antiinflamatorios tienen una causa indeseada grave que es la insuficiencia renal. Hoy se los `vende´ para tener más energía y estar más despiertos, lo cual no es real, y estas drogas se metabolizan a través del riñón.” explica Miglioranza.

“Los medicamentos que no son de venta libre deben ser prescritas por un profesional médico y deben respetar una cadena: prescripción, dispensador, consumidor. No podemos invertirla” finaliza la profesional.

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