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Inflación récord en Febrero: los alimentos subieron más de 10% en los barrios de Mar del Plata

Así se desprende del análisis de los resultados del Índice Barrial de Precios (IBP) de febrero realizado por el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) en nuestra ciudad.

Según el Índice Barrial de Precios (IBP), el relevamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que el Isepci realiza mensualmente en 120 comercios de cercanía en los barrios populares de Mar del Plata y Batán, en febrero los precios de la CBA aumentaron en promedio un 10,4%. El rubro que más empujó los aumentos fue el de frutas y verduras, con un 28,6% intermensual, pero también registraron fuertes aumentos las carnes, con un 8%, y los productos de almacén un 5,5%.

Por lo cual, una familia de dos personas adultas y dos hijos/as pequeños/as que en enero necesitaba $30.179 para cubrir sus alimentos indispensables durante treinta días, requirió un mes después, en febrero, $33.323.

En el comparativo interanual, la Canasta Básica de Alimentos acumula un aumento del 55,6%, muy por encima de los anunciados aumentos en las primeras paritarias del año, y la suba anunciada del Salario Mínimo Vital y Móvil.

Entre los productos que destacan su aumento en el rubro verdulería, se encuentran: la lechuga con un aumento del 150%, la zanahoria un 62%, acelga, cebolla, tomate y huevos superaron el 30%, llegando en algunos casos casi al 35%, mandarina 25%, y zapallo, batata y banana superaron el 10%.

En el rubro almacén registraron fuertes subas de precios la mermelada (17.5%) galletitas saladas (17%), gaseosas (15%), café (15%), yogurt firme (14%), galletitas dulces (13%), polenta (12.5%), manteca y dulce de batata (10%).

En el rubro carnicería los productos que más aumentaron en el mes de febrero fueron: espinazo (25%), carne picada (10%), nalga y pollo (con casi un 9%), pescado (7.5%) y asado (7.3%).

Por su parte, el director del Isepci y referente de Libres del Sur en Mar del Plata, Rodrigo Blanco, analizó: “La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento, según palabras del propio Alberto Fernández en el discurso de apertura de las sesiones del Congreso el 1° de marzo pasado. Es una afirmación reiterada por él y los principales funcionarios de su gobierno desde que asumieron; mientras que los incrementos de los precios de la economía en general y de los alimentos en particular no dejan de aumentar. Con el objetivo de conmover los fundamentos ciegos y sordos de los economistas ortodoxos del país y de los organismos internacionales de crédito (que reducen toda causalidad inflacionaria al exceso de emisión monetaria y a la vigencia del déficit fiscal), en los últimos tiempos el oficialismo agita fuertemente las banderas de la “multicausalidad”; en algunos casos con una descripción más o menos detallada de cuáles serían los componentes de esa multiplicidad de causas, es decir: estructura productiva primarizada y poco diversificada; desmedidas expectativas inflacionarias en la población; emisión monetaria por encima del crecimiento de la economía real; tipo de cambio volátil; estructura de producción y comercialización altamente concentradas.

Todas ellas ciertas, pero sin el indispensable agregado de propuestas para intentar encaminar los problemas en el corto y mediano plazo. Por lo que estas argumentaciones suenan más a mensaje avisando que la inflación va continuar sin tregua, que a un anuncio de que empiezan a tomar algunas de las cartas de este espinoso asunto. Mientras la inflación continúa en ascenso de manera sostenida, el gobierno ha lanzado y relanzado distintos programas para contener los precios y se anunciaron medidas de diferentes características que siguen siendo ineficientes y que no se sostienen con la firmeza necesaria frente a la cadena de formadores de precios.”

“El suscribir un acuerdo de reestructuración de la deuda con el FMI, implica, aceptar que de aquí en más rigen las condiciones que el organismo le vaya imponiendo al país. En la comunicación del Ministro Guzmán sobre los primeros pasos para llegar al acuerdo buscado por el gobierno; se informa sobre cronometradas rebajas para la emisión monetaria y el descenso del déficit fiscal de riguroso cumplimiento en los próximos años; sin proponer alcanzar algún piso indispensable de crecimiento general de la economía, que -sin afectar el desarrollo de la población- posibilite tener excedentes destinados a los pagos que se van a comprometer. Si los pagos externos no están atados a objetivos de crecimiento en un marco de modificación de la estructura productiva que permita por ejemplo: sumar ingresos externos y morigerar la inflación mediante el incremento de la oferta. La restricción de la emisión monetaria, la reducción del gasto público y el descenso del déficit fiscal; son las medidas que emergen como principales para pagar la deuda pública y empezar a bajar la inflación. Más allá de cualquier discurso, relato o explicación; este es el compromiso concreto que el gobierno firma en nombre del país, que quedará plasmado en los papeles que el FMI se lleva a su casa matriz” finalizó Blanco.

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