Este sábado la última jornada de la IX Copa del Mundo de taekwon-do ITF en el
Polideportivo “Islas Malvinas”. De acuerdo al cronograma oficial, se disputarán varias de las
finales más importantes (en lucha individual, por equipos, roturas y técnicas especiales). Y para
las 16.30 está programada la ceremonia de clausura de un evento que ha sido un éxito en
cuanto a organización, nivel de competencia y concurrencia de público.
En cada día de actividades pudieron apreciarse excelentes combates y habilidades de los
participantes en las ocho áreas de competencia. Tampoco faltaron las emociones (son
innumerables las historias particulares de superación) ni los duelos con cantos y percusión
desde las tribunas para alentar a familiares, amigos o compañeros de delegación. Siempre en
un marco de respeto y camaradería, tal cual marca la filosofía de este arte marcial coreano.
A lo largo de la semana, algo más de 1.700 participantes, representantes de 40 países, y sus
respectivos acompañantes, dotaron, no sólo al estadio, sino a la ciudad, de un colorido muy
particular. Téngase en cuenta que si bien no es un Mundial, en los competidores representan a
sus seleccionados nacionales, se trata de una Copa del Mundo, con representación de clubes o
instituciones. Y la gran mayoría de las delegaciones (con muy pocas excepciones) llevan
uniformes identificados con los colores de las banderas de sus respectivos países.
Como caso testigo, bien vale reflejar el testimonio de Walter Cortés, oriundo de Berazategui,
quien se coronó campeón en combate individual masculino, de 36 a 45 años, de 1° a 6 dan, de
más de 63 y hasta 70 kilos. Apenas concluyó la lucha y sabiéndose ganador, fue embargado por
la emoción y las lágrimas, y el abrazo con su adversario fue conmovedor.
“Estoy muy emocionado. Desde los 8 años practico taekwon-do. Nunca frené, pero me empecé
a tomar en serio la competencia desde hace unos 10 años. Y ahora se dio un primer puesto en
este torneo maravilloso. Es increíble. Con Eduardo (su oponente en la final) somos amigos y
compañeros de entrenamientos, tenemos el mismo maestro. Todavía mi familia viajó a verme
sin dormir. Es demasiado fuerte todo eso. Competir en un torneo como éste, en donde al
participante se lo trata de maravillas, es fantástico. Te sentís un profesional, aunque después
sabés que tenés que volver a la vida normal, a trabajar todos los días y a entrenar cuando se
pueda. Pero esto, es único”, expresó visiblemente conmovido.
Por otro lado, también se le dedicó un espacio muy destacado la participación de seis
practicantes (divididos en dos grupos de acuerdo a su grado de discapacidad) en la I Copa del
Mundo de Taekwon-do adaptado. En el ring N° 6 se desarrollaron las competencias de formas,
y las distintas presentaciones fueron seguidas atentamente por el público, que premió el
esfuerzo con cálidos aplausos.
La expresión de sus rostros a la hora de la premiación fue otra de las imágenes inolvidables
que quedarán de esta IX Copa del Mundo, un hecho histórico para el taekwon-do ITF del país y
de la región.
Durante la ceremonia de cierre, al margen de los discursos protocolares y agradecimientos
pertinentes, el centro de la atención estará enfocado en la entrega de la bandera oficial al país
que organizará la próxima Copa del Mundo (la décima edición). Todo indica que será Irlanda,
pero la incógnita se develará cerca de las 17.