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Por los robos y la caída del consumo, los comercios “cierran mucho más temprano”

El secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica, Guillermo Bianchi, habló sobre la situación que atraviesan los comercios de la ciudad en materia de seguridad. Advirtió que “la delincuencia está desbordada” y que “los negocios están cerrando mucho más temprano”, una decisión que también se ve alentada por la caída del consumo.

En declaraciones al programa “Mesa Chica” del Stream de Canal 8, el dirigente gremial recientemente reelecto al frente del gremio mercantil, aseguró que en los últimos meses “cuando cae la tarde y empieza la noche ya se ven los comercios cerrados”.

En las principales zonas comerciales de la ciudad, como el microcentro, Güemes, San Juan, Juan B. Justo, Constitución, 12 de Octubre y Fortunato de la Plaza, entre otras, debido a los frecuentes robos y distintas situaciones delictivas los negocios cierran en muchos casos a las 20 o incluso antes.

“Es un ejercicio de cuidado por la caída de consumo, porque los servicios subieron -sobre todo la luz- y por la nocturnidad y la delincuencia”, sostuvo Bianchi y aseguró que los robos y hechos de violencia tienen un impacto directo en la actividad cotidiana de los trabajadores y trabajadoras del sector.

El dirigente sindical explicó que si bien la solución al problema de la inseguridad “no depende” directamente del sindicato, sí se están tomando algunas medidas coordinadas junto a la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) para acompañar a los trabajadores y comerciantes.

En ese sentido, destacó que se trabaja de manera conjunta para, por ejemplo, establecer un cronograma de apertura y cierre de los locales fuera de las temporadas alta y baja, con el objetivo de sincronizar preventivamente los horarios de funcionamiento en los principales centros comerciales a cielo abierto.

Bianchi contó que días atrás mantuvo una reunión con el presidente de la UCIP, Blas Taladrid, en la que abordaron tanto el conflicto salarial vigente en el sector como la preocupación por la inseguridad.

“Ellos desde la UCIP trabajan en un plan que tiene que ver con los botones antipánico y una serie de consecuencias. Lo que vemos es que cuando se desborda la delincuencia, no hay mecanismo que una organización de nuestra naturaleza pueda colaborar“, dijo pero enseguida aclaró que “sí se pueden hacer acciones conjuntas”.

Además, el secretario general del SECZA analizó el contexto: “La violencia está cruzada transversalmente por diferentes situaciones sociales, económicas. Lo primero que nosotros decimos es que condenamos cualquier tipo de delito y que tiene que ser combatido, confrontado y tiene que ser muy rigurosa la ley en aplicarse sobre quien sea”.

Seguido, agregó: “Ninguna necesidad social debería justificar el robo, la delincuencia, el asesinato bajo ningún punto de vista. Hay que ser efectivo y cada uno que comete una acción debe tener una consecuencia frente a la misma”.

Cabe recordar que el pasado 11 de julio se realizaron elecciones internas en el Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica. Mediante este proceso, Guillermo Bianchi fue reelecto como secretario general, acompañado por Rogelio Zumpano como subsecretario general. El sindicato cuenta con unos 12.000 afiliados en Mar del Plata, y se estima que en la ciudad y la zona atlántica hay alrededor de 40.000 trabajadores mercantiles.

Conflicto salarial
Aunque la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), conducida por Armando Cavalieri, firmó en junio un acuerdo con las cámaras empresarias que estipula un aumento del 6% no acumulativo para aplicarse de julio a diciembre, el Gobierno nacional no homologó dicho acuerdo.

Al respecto, Guillermo Bianchi reconoció que “sigue la pelea” en ese sentido con el Gobierno nacional, y luego analizó: “Esto forma parte de un proceso de depresión de los ingresos que este gobierno adoptó como estrategia económica. Para consolidar la macroeconomía, apeló a pulverizar la micro”.

“Lo vimos con el salario mínimo vital y móvil, definido por decreto; y con los jubilados, a quienes se les congeló el bono de 70 mil pesos. En el ámbito estatal, desarticulan, desarman y despiden gente. Y van por el sector privado. Lo que quieren hacer es planchar el salario“, completó.

Para Bianchi, detrás de estas decisiones se esconde un modelo que tiene el objetivo de “llevar a la sociedad argentina -y lo digo no despectivamente- a la latinoamericanización social”.

“Esto quiere decir que los instrumentos políticos y yo diría con rasgos muy autoritarios, lo que entienden es que tiene que haber una sociedad muy estratificada que no tiene que pensar que a través del reclamo, la huelga, la movilización va a poder alcanzar objetivos que antes tenía. Si no, no se entiende por qué le pegan un jubilado. ¿Por qué le pegan? ¿Porque corta la calle? No, es porque su aspiración en su última etapa de la vida confronta con la idea del Gobierno. Lo dijo la canciller (Diana Mondino) cuando habló de que no tenía sentido prestarles a los jubilados porque igual se van a morir”.

FUENTE: La Capital

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