Sin clima electoral, la agenda política de Mar del Plata volvió a presentar temas que se repiten desde hace tiempo, pero que no se resuelven.
A poco menos de un mes de las elecciones nacionales, Mar del Plata abandonó el clima electoral y parece haber entrado en un déjà vu: la agenda de temas de la última semana y de las que vienen gira en torno a Zona Fría, Punta Mogotes y la recolección de basura. Temas repetidos, que por distintas razones no se resuelven.
Guillermo Montenegro consiguió un triunfo en las elecciones del 7 de septiembre en la Quinta Sección Electoral. Sin embargo, esa victoria con el buzo violeta a cuestas coincidió con el peor momento político de La Libertad Avanza desde que llegó al poder.
Así, bajó el perfil, no dio entrevistas y luego se pidió cuatro días de vacaciones. Antes de irse, ya se habían reinstalado dos de los tres temas de esta vieja agenda: Zona Fría y recolección de residuos. Y un día antes de volver, se encargó de reinstalar el tercero: la municipalización de Punta Mogotes.
La decisión del gobierno nacional de eliminar el régimen de Zona Fría en el proyecto de Presupuesto 2026 despertó las alarmas en Mar del Plata. De prosperar la iniciativa, los usuarios de gas pueden llegar a pagar el doble de la tarifa. La oposición rápidamente llevó las quejas al Concejo Deliberante y también a la esfera pública: recordaron por redes sociales cuando Montenegro se había opuesto enfáticamente a la eliminación del beneficio para Mar del Plata.
Esta vez, ya alineado por completo con el proyecto libertario y pugnando por un lugar en el gabinete nacional, fue más sutil y más ambiguo. “Si se elimina para todos en pos del equilibrio fiscal lo aceptamos. Pero si sólo se le quita a la Provincia de Buenos Aires queremos que se fijen parámetros objetivos, porque en Mar del Plata el frío pega más que en muchas ciudades de la Patagonia”, explicaron desde su entorno. La discusión, prometieron, la llevarán al Congreso donde se debatirá el proyecto de presupuesto.
El último jueves el debate tuvo su corolario en el Concejo Deliberante. Los proyectos para rechazar la propuesta del gobierno tuvieron respaldo unánime. Tanto los bloques del PRO, como la Coalición Cívica y LLA escucharon los palos de la oposición, incluso del radicalismo -todavía aliado de Montenegro en Mar del Plata- y pidieron permiso para abstenerse. El cachetazo electoral del 7 de septiembre no admitía hacer una defensa del modelo cuando a la gente le cuesta llegar a fin de mes.
La segunda cuestión fue la recolección de basura. Hace poco menos de dos años, con el pliego a punto de veces, el Ejecutivo activó una prórroga por dos años que vence en enero de 2026. La oposición reclamó en varias oportunidades un nuevo pliego para poder rediscutir el servicio. Incluso, el personal técnico del Ente Municipal de Servicios Urbanos redactó uno. Pero jamás fue elevado al Concejo.
La primera pista de la decisión que finalmente adoptó el Ejecutivo se dio en junio. Desde el gobierno dejaron trascender que la empresa Transportes 9 de Julio le reclamaba una indemnización millonaria (30 mil millones de pesos) ante el vencimiento del contrato.
Tres meses después, el gobierno elevó al Concejo Deliberante una nueva prórroga (dos años con opción a otros dos) y la declaración de emergencia económico-financiera del servicio de recolección de residuos. El argumento es, cuanto menos, polémico. De hecho, el propio pliego de bases y condiciones contemplaba que ante un cambio de empresa todos los trabajadores debían ser absorbidos con las mismas condiciones laborales que tenían.
¿Esto abre la puerta para que cualquier concesionario de un espacio público le reclame las indemnizaciones al municipio? Desde el gobierno afirman que esto no se da solo en Mar del Plata y que es una problemática específica de los contratos con empresas de residuos. Como sea, el proyecto comenzará a discutirse en la comisión de Ambiente del Concejo. ¿Qué respaldos tendrá el oficialismo en este tema? Es una de las preguntas que resuena en los pasillos del cuerpo legislativo.
Antes de retornar a su puesto tras las vacaciones, Montenegro reinstaló la polémica por Punta Mogotes. En rigor, reaccionó al expediente que inició la Administración Punta Mogotes (APM) para llamar a un concurso de ideas para discutir el futuro del complejo.
La demanda que inició el intendente en octubre de 2024 todavía no empezó a analizar el planteo de fondo: ¿puede el municipio pagar la deuda de la APM con la Provincia para recuperar el control del complejo?
Esa instancia todavía no se empezó a analizar. La Cámara en lo Contencioso Administrativo debe resolver un recurso de queja presentado por la provincia sobre el fuero y la jurisdicción. Montenegro acusó al gobierno de Axel Kicillof de llevar adelante maniobras dilatorias. Y por eso busca impedir que se avance con cualquier propuesta sobre el complejo hasta que se resuelva la cuestión de fondo.
El tiempo apremia. Las concesiones de los balnearios vencen en agosto del año próximo. Cualquier discusión para un proyecto transformador como el que se busca debería empezar ya. Sin embargo, las expectativas de que eso ocurra no son muchas: los temas en General Pueyrredon se discuten, se repiten, pero no se resuelven.
Fuente: Mi8