El ex presidente de Bolivia embistió contra las autoridades actuales de su país pese a que le había prometido al canciller Felipe Solá y al presidente Alberto Fernández que no lo haría
El ex presidente de Bolivia Evo Morales rompió su compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina a menos de 24 horas de haber arribado en condición de asilado político. Este viernes, el líder del MAS embistió contra la presidente de su país, Jeanine Áñez y los dirigentes Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa.
Si bien los mensajes fueron publicados en redes sociales, es de público conocimiento que el referente cocalero aterrizó ayer en Buenos Aires en condición de asilado político e inició los trámites para radicarse como refugiado.
Según informó públicamente el canciller argentino Felipe Solá, para abrirle las puertas del país el gobierno le pidió especialmente a Morales que no hiciera comentarios políticos. Resaltó que este compromiso incluía opiniones sobre el proceso político y social que atraviesa Bolivia. Infobae supo además que esta condición había sido negociada personalmente entre Alberto Fernández y el ex jefe de Estado boliviano en las negociaciones previas a su arribo al aeropuerto de Ezeiza.
La violación del acuerdo genera más tensión entre la nueva administración argentina y el gobierno de Añez. El jueves, la canciller Karen Longaric pidió específicamente que la Argentina cumpla con las convenciones internacionales respecto al asilo y refugio político e impida que Morales realice declaraciones políticas que perturben el proceso electoral en su país.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, en medio de una ola de protestas generalizadas contra su gobierno, acusaciones de corrupción en las recientes elecciones en el país andino y la presión de las Fuerzas Armadas.
Tras la dimisión, el ex presidente abandonó Bolivia con dirección a México, donde le fue otorgado el estatuo de asilado político al argumentar que si vida corría peligro. Allí permaneció activo durante un mes, y luego viajó a la Argentina. Mientras tanto, un gobierno de transición asumió en su propio país, a la espera de celebración de nuevas elecciones.
Álvaro García Linera, ex vice de Evo, también llegó a la Argentina el jueves por la noche.
La actividad política en la Argentina podría confirmar las sospechas de las autoridades de Bolivia: creen que Evo Morales viajó a la Argentina para comandar desde allí la campaña del MAS para las próximas elecciones presidenciales. “Elegiremos a un candidato unitario y nuevamente ganaremos las elecciones en primera vuelta”, prometió recientemente el ex jefe de Estado.
Fuente: infobae.com