La Asociación Bancaria insistió ante el gobierno provincial con la pronta implementación del habitual horario de atención al público de verano para las entidades del sector, lo que implica una apertura y cierre más temprano de lo habitual.
De cumplirse el pedido que realizan, tal como ocurre todos los años, los bancos de la provincia de Buenos Aires -tanto públicos como privados- abrirían a las 8 de la mañana y cerrarían sus puertas a las 13, más allá de la continuidad que tienen con sus tareas en dependencias interiores.
Hasta el momento se mantiene el habitual régimen de temporada baja: se abre a las 10 y se deja de recibir clientes a las 15.
El año pasado la modificación horaria que abarca al período de verano se puso en práctica el 21 de noviembre y se extendió hasta el 29 de marzo. En ese decreto, que lleva el número 2106/23 y firmó el gobernador Axel Kicillof, se establece además que durante esos poco más de cuatro meses el horario laboral del personal bancario será de 7.45 a 15.15.
Este formato acostumbró aplicarse todos los años a partir de los últimos días de noviembre y tiene vigencia hasta fines de marzo. En esta oportunidad, según consigna la agencia DIB, el cambio de horario está supeditado a un enfrentamiento de posturas entre los trabajadores bancarios y las entidades de comercio.
Estas diferencias las debe dirimir la gobernación bonaerense desde su principal autoridad,Kicillof, que tendría a su alcance la firma del nuevo decreto que definiría el horario de verano y a partir de cuándo entraría en vigencia.
Los comerciantes argumentan que “actualmente enfrentan una situación compleja en cuanto a actividad y competitividad en el contexto económico actual” y que, a su entender, mantener el horario de atención actual coincidiría con “los momentos de mayor movimiento comercial en nuestra zona, permitiendo así que los comerciantes y clientes puedan realizar sus operaciones en horarios más acordes con sus jornadas laborales y necesidades”.
Fuente: Ahora Mar del Plata